¿Será el momento de despegar de Franchy?

24 de mayo de 2022

CHICAGO -- Para los Medias Rojas, una eléctrica estadía en el Fenway Park antes empezar su gira en Chicago el martes contra los Medias Blancas, merecía un gran final.

Pero nadie se imaginó el desenlace visto, lo que explicó una eufórica reacción que ocurrió cuando el jardinero dominicano Franchy Cordero pisó el plato tras su grand slam de oro ante un pitcheo con la cuenta 0-2 y dos outs en el cierre de la 10ma entrada que les dio a los Patirrojos una emocionante victoria por 8-4 para completar una barrida sobre los Marineros.

Dicho triunfo también cerró una estadía con foja de 6-1 para Boston, que ha ganado cinco partidos en fila y nueve de sus últimos 12.

Cordero, quien anteriormente fue un prometedor prospecto en la organización de los Padres, había visto sus bonos caer tanto que los Medias Rojas lo designaron para asignación un día antes de que fueran eliminados de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en octubre pasado.

El domingo en el Fenway Park, los Medias Rojas se sintieron afortunados de que los otros 29 equipos no lo reclamaran de la lista de waivers en aquel entonces.

A sus 27 años, todavía no es tarde para que Cordero cumpla con algunas de las expectativas que vienen con sus herramientas.

Varias lesiones en San Diego le impidieron a Cordero ser la clase de jugador que quería ser en los Padres. Y antes de que pudiera desempacar sus maletas después de su traspaso a los Reales, los Patirrojos lo adquirieron a cambio del guardabosque Andrew Benintendi.

Cordero pasó a Ligas Menores luego de que no fuera reclamado en octubre, lo que significaba que no debía estar en el roster de 40 jugadores de Boston. Pero fue invitado a los Entrenamientos de Primavera, lo que le dio al club la oportunidad de ver de cerca algunos de sus ajustes.

Lo más notable fue que Cordero estaba en mejor forma y dio varios pasos para hacer contacto con mayor frecuencia.

“Dije que él comenzaría a poner la bola en el aire y se verían buenos resultados”, señaló el piloto de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora.

Cuando se tiene el trueno de Cordero y se puede poner el bate en la bola, no cabe duda de que buenas cosas pueden suceder. Y el quisqueyano, quien subió desde Triple-A el 29 de abril, no pudo haber elegido un mejor momento para su primer cuadrangular de la campaña.

Pese a ser un jugador de reparto, Cordero ha hecho la vida más divertida para los Patirrojos. El año pasado, comenzó la ola en la cueva que los jugadores hacían cuando alguien se embasaba, especialmente después de un extrabases.

Para esta temporada, tiene nuevas excentricidades.

“Es silencioso en el clubhouse, pero en el terreno, sea haciendo la ola o animando a alguien que esté de mal humor, cosas por el estilo, todo eso ayuda”, explicó el abridor de Boston, Nathan Eovaldi. “Ha tenido turnos de calidad, tanto negociando bases por bolas como pegando hits claves. Todos somos fanáticos de él”.

Los Medias Rojas habían quedado tendidos en el terreno en cinco partidos y tenían récord de 0-6 en extrainnings este año, antes de darles vuelta a las cosas de gran manera el domingo.

Mientras el batazo de Cordero -- que Statcast proyectó con una velocidad de salida de 106.1 millas por hora y una distancia de 419 pies -- caía, la locura se desató en el Fenway.

El jardinero boricua Kike Hernández, quien empató el partido con un sencillo en el mismo 10mo inning, levantó su brazo derecho en celebración mientras trotaba al plato. El máximo ejecutivo del equipo, Chaim Bloom, también celebró en el palco de directivos.

“¿Viste mi reacción? Me volví loco”, declaró Christian Arroyo. “El año pasado cuando Franchy llegó, fue fácil desear que las cosas le salieran bien. Es un gran compañero. Tiene varias herramientas y en este partido fueron evidentes. Se puede volar la cerca en cualquier momento. En el partido anterior, pegó un triple de 111 mph. Es un talento especial, así que verlo en esa situación simplemente relajándose, no haciendo más de la cuenta y dejando que las manos trabajaran para darle a ese slider arriba en la zona para decidir el partido, fue un gran momento y una gran estadía para nosotros”.