El arranque de la temporada me puso a pensar en un grupo de jugadores para quienes la temporada 2019 podría ser una especie de encrucijada, un año en el que podrían despegar hacia el estrellato, mantenerse dónde están o retroceder hacia el montón, dependiendo de cada caso. Aquí están siete peloteros cuyas historias no me quiero perder este año.

Willians Astudillo, C, Mellizos

La Tortuga es el mejor.

Obviamente verlo hacer cualquier cosa es un placer, pero no se olviden de lo más impresionante del venezolano Astudillo: Nunca se poncha. Bueno, casi nunca. El año pasado se ponchó sólo tres veces en 97 visitas al plato y esta primavera no lo hizo en ninguna de las 54 veces que fue al home. Lo mismo ha pasado en las menores. La contraparte es que tampoco negocia muchos boletos. ¿Pero no es eso lo queremos? ¿Más bolas en juego? Astudillo siempre hace contacto, lo que significa que corre las bases, lo que a su vez significa que el béisbol es más divertido cuando Astudillo está jugando.

Miguel Cabrera, 1B, Tigres

Más allá del tema del contrato y los años que le quedan, recordemos que tenemos la oportunidad de ver al venezolano Cabrera, un Salón de la Fama, jugando todos los días. Incluso el año pasado, en el que sólo pudo disputar 38 juegos, dejó .395 de porcentaje de embasarse. La pregunta ahora es si Cabrera se va a concentrar en mantener su alto promedio de por vida (.316 es un número impresionante tras 16 años) o si está dispuesto a sacrificarlo para ganar poder. Si hace eso último, tendrá posibilidades de llegar a 500 jonrones este año, pues le faltan 35.

Carlos Correa, SS, Astros

Si me hubiesen preguntado hace tres años quién iba a ser la gran estrella de los Astros en el 2019, y quizás de todo el béisbol, habría dicho Correa. El puertorriqueño parecía tenerlo todo: Poder, velocidad, guante, personalidad y un puesto en el medio de la alineación de un equipo conocido por ayudar a sus jugadores a tener éxito. Pero las lesiones se atravesaron y a Correa ya lo pasaron, tanto en su equipo como en la liga. Se le está acabando el tiempo para convertirse en la superestrella que todos pensamos sería. Este año necesita dar un paso al frente, pero la lesión en el cuello no es obviamente el inicio que quería.

Rafael Devers, 3B, Medias Rojas

¿Están buscando la forma en la que un equipo ganó 108 juegos y cabalgó por la postemporada podría mejorar? ¿Qué tal el dominicano Devers? El muchacho de 22 años bateará tercero este año, lo que significa que tendrá muchas oportunidades de producir. Eso era todo lo que necesitaba Boston, otra estrella en el plato. Bueno, la consiguieron.

Yasiel Puig, RF, Rojos

Al cubano ya lo adora su nueva fanaticada. Incluso con los ocasionales dolores de cabeza, puede que no haya un jugador que provoque ver más que Puig. Ahora lo podremos ver en un nuevo equipo, en un uso horario en el que todo el mundo podrá seguirlo a diario, y también durante su año de contrato. Los Rojos podrían luchar por la postemporada este año y para eso van a necesitar la mejor versión de Puig. El conceso general a su alrededor los últimos dos años es que necesitaba un nuevo inicio. Aquí tiene su oportunidad.

Juan Soto, LF, Nacionales

Cuando un súper talentoso pelotero de 19 años llega a las Mayores, se supone que nos impresione con sus habilidades brutas. Debe de poncharse mucho, dar monstruosos jonrones, cometer errores en las bases y negociar pocos boletos. Pero lo impresionante del dominicano Soto es su madurez: El swing calmado y la disposición a dejar pasar pitcheos malos. Eso no se ve mucho en jugadores de 29 años, menos en uno de 19. Así de único es Soto. Si puede mejorar, mantener esa paciencia y pulir sus habilidades para mejorar, quizás estemos frente a un jugador histórico. Pero en las Grandes Ligas los lanzadores siempre encuentran la forma de resolver el misterio de los jóvenes. La pregunta es qué tan rápido podrá Soto ajustarse.

Fernando Tatis Jr., SS, Padres

Los Padres se merecen todos los aplausos recibidos por haber sido agresivos colocando al dominicano Tatis en el roster del Día Inaugural. Y lo pudieron hacerlo sin mucha fanfarria, con todas las luces puestas sobre Manny Machado. Pero Tatis sigue siendo el mejor prospecto de los Padres en mucho tiempo y está llegando justo cuando el optimismo en San Diego está a niveles que no alcanzaba desde los días de Tony Gwynn. La gran interrogante es cuándo dará sus primeros dos grand slams en un mismo inning (como hizo su padre en 1999).