Los Marlins, contra la pared, confían en Sixto

8 de octubre de 2020

Después de no poder dar el hit clave ante el pitcheo de los Bravos en la derrota por 2-0 el miércoles en el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional, los Marlins se jugarán la vida la tarde del jueves.

Y con su temporada al borde del abismo, Miami le entregará la pelota al novato dominicano Sixto Sánchez en el Minute Maid Park.

Será un reto monumental. En la historia de las series al mejor de cinco juegos, los equipos que han tomado ventaja de 2-0 han terminado ganando la serie 73 de 83 veces (88%). El último club que se recuperó de un déficit de 0-2 fueron los Yankees ante los Indios en el 2017. De los 73 equipos que avanzaron después de ganar los primeros dos juegos, 49 terminaron barriendo en el Juego 3.

¿Pero a quién más podría querer usted en el morrito si fuese Don Mattingly, el manager de los Marlins?

Sánchez ha maravillado este año, desde una presentación de 10 ponches contra los Rays en la segunda apertura de su temporada a un juego completo de siete entradas contra los Filis. Y ya demostró que la postemporada no lo intimida. En la Serie del Comodín, blanqueó a los Cachorros en cinco episodios, con seis ponches y dos bases por bolas, para sellar la barrida de los Marlins y traerlos hasta aquí, hasta la SDLN.

Ahora Sánchez tendrá que asegurarse de que los Peces sigan aquí.

“Tenemos toda la confianza del mundo en Sixto, en su habilidad y en todo lo que lo ha hecho para nosotros este año”, dijo el segunda base de los Marlins, Jon Berti.

Los Marlins aseguran que sólo necesitan una victoria para poner el impulso de su lado, como apuntó Mattingly, y esperan que Sánchez les dé ese empujón.

Sánchez pondrá todo su arsenal en juego contra el poderoso lineup de los Bravos, que se vio limitado a sólo dos carreras y tres hits el miércoles contra el abridor de los Marlins, el venezolano Pablo López. Seis de los siete ponches de López fueron con su cambio de velocidad y este año a Sánchez se le bateaó apenas .148/.165/.148 ante ese pitcheo.

Pero Sánchez también lanza fuego con su recta. En el duelo ante los Cachorros, hizo siete envíos a 100 millas por hora o más, empatado por la cuarta mayor cantidad para un abridor en un duelo de postemporada desde que se empezó rastrear la velocidad de los envíos en el 2008. Sánchez también lanzó otros nueve pitcheos entre 99.5 y 100 mph, a la vez que 68 de sus 89 envíos en ese partido fueron a 95 mph o más.

Los Bravos batearon .260 (novenos en las Mayores) y tuvieron slugging de .453 (empatados en el séptimo lugar) ante pitcheos a 95 mph o más.

Entonces, lo más probable es que sea poder contra poder en un duelo de vida o muerte para Miami.

“Sixto es un lanzador bien bueno y que va en ascenso, porque lanza todos sus pitcheos en strike”, dijo Mattingly. “Tira su recta para strike y la puede ubicar (dentro de la zona). Lanza su cambio en strike. Slider en strike. Curva. Pone la bola en ambos lados del plato. Eso es muchísimo para un lanzador joven, poder hacer eso”.

Los Bravos han demostrado este año – y especialmente en esta serie – que van a aprovechar cualquier error del lanzador contrario con un pitcheo sobre el plato. Sánchez va a tener que controlar la zona de strike y hasta ahora ha impresionado a casi todo el mundo con la forma en la que ha sido capaz de hacerlo a tan corta edad.

“Tenemos mucha confianza en que cada vez que él sale a lanzar, nos va a dar todo lo que tiene en el tanque”, dijo López. “Y su arsenal es tan bueno que, si localiza sus pitcheos y es agresivo, si ataca la zona, va a tener un juego bien bueno. Así es que él trabaja. Tiene una buena mentalidad. Tiene una gran presencia en el montículo. Tenemos que salir a enfocarnos en ganar ese juego”.

Eso es lo que necesitan los Marlins para seguir con vida. Una victoria. Y confían en que Sánchez responderá.