Cuando Will Smith entró a la caja de bateo el jueves por la noche en el segundo inning, el receptor no había bateado de hit en sus primeros 11 turnos al bate en la postemporada del 2020. Tener un promedio de .000 en octubre incomodaría a algunos veteranos, ni hablar de un jugador de 25 años que ha disputado menos de 100 compromisos en las Mayores.

Pero Smith no estaba preocupado, ni nadie se preocupó por Smith. Dada la manera en que estaba bateando, parecía que en cualquier momento empezarían a caer los hits.

Eso fue precisamente lo que sucedió. Smith se fue de 6-5 con dos dobles y tres remolcadas en la victoria de los Dodgers sobre los Padres el jueves, con el cual la novena de Los Ángeles completó una barrida de tres juegos en el Serie Divisional de la Liga Nacional.

Smith no esperaba dar un giro tan repentino.

“En realidad no vi eso venir”, dijo un Smith sonriente. “Pero es bienvenido”.

El partido de cinco hits de Smith fue el noveno en la historia de la postemporada, el primero de un jugador de los Dodgers y el primero desde que el dominicano Albert Pujols logró la hazaña en el Juego 3 de la Serie Mundial del 2011.

A sus 25 años y 194 días de nacido, Smith es el jugador más joven en la historia con cinco imparables en un juego de postemporada. También se unió a Pujols, Hideki Matsui, Paul Blair como los únicos jugadores con cinco hits y al menos tres carreras producidas en un partido de postemporada.