LAKELAND, Florida – Aunque el Spring Training quedó oficialmente suspendido debido a la emergencia por la pandemia de coronavirus, los Tigres de Detroit – o al menos los peloteros -- se van a quedar donde estaban.

“Vamos a quedarnos”, le dijo el pitcher Matthew Boyd, representante del club ante el Sindicato de Jugadores de Grandes Ligas, a MLB.com en un mensaje de texto. “Vamos a ir viendo cómo va la cosa. Sólo queremos estar listo cuando nos digan que todo está bien”.

Ese fue el mismo mensaje que el gerente general de los Tigres, Al Ávila, recibió de Boyd después de reunirse el viernes con el equipo.

“A los jugadores se les dio la opción de irse a su casa, irse a Detroit o quedarse aquí en la zona de Lakeland para usar las instalaciones”, dijo Ávila la mañana del sábado. “Lo que entiendo es que todo el equipo decidió quedarse”.

Eso incluye a jugadores del roster de 40, como Boyd y el venezolano Miguel Cabrera, y otros que están como invitados, como Jordy Mercer y prospectos como Casey Mize, Matt Manning y Tarik Skubal.

Pero ninguno estará en Lakeland el fin de semana. El complejo Tigertown ya había planeado una limpieza profunda de sus instalaciones para el sábado, aunque ningún jugador había dado positivo por coronavirus o demostrado síntomas para ser sometido a la prueba, de acuerdo con Ávila.

El lunes, el complejo Tigertown volverá entonces a abrir, como se hace en la temporada muerta, con el gimnasio, campos y otras instalaciones abiertas. También estarán a mano médicos, coaches e instructores.

No habrá entrenamientos formales, pero los jugadores tendrán la libertad de entrenar por su cuenta o en grupos.

“Vamos a ver si todos se reportan”, dijo Ávila. “Yo espero que sea así”.

Por su parte, el manager Ron Gardenhire se marchó a su hogar en Fort Myers para estar con su familia, debido a que no habrá sesiones formales de entrenamiento.