Los mejores 10 momentos de Ken Griffey Jr.

10 de febrero de 2022

Ken Griffey Jr. fue el protagonista de un historial de inolvidables recuerdos para los fanáticos del beisbol durante su carrera de 22 años en las Grandes Ligas, una estadía que lo llevaría eventualmente al Salón de la Fama.

Entonces hoy, a propósito del aniversario del cambio que lo llevó de los Marineros a los Rojos el 10 de febrero del año 2000, revisamos 10 de sus grandes momentos.

1. Anotando con “El Doble”

Lo que hacía grandioso a Griffey es que podía ganarte con su bate. Podía ganarte con su guante. Con su brazo. Y, sí, también podía vencerte con sus piernas, que fue precisamente el arma que utilizó en su momento más icónico con los Marineros: La imagen de Jr. con una sonrisa de oreja a oreja bajo la pila de compañeros en el plato después de anotar desde primera con lo que se conoce en Seattle como “El Doble” del boricua Edgar Martínez para vencer a los Yankees en el 11mo inning del decisivo Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Americana el 8 de octubre de 1995, durante la primera participación en la postemporada de la franquicia.

2. Padre e hijo dan jonrones seguidos

Pregúntale a Griffey cuál es el momento que más recuerda de su carrera de 22 años y éste es el que coloca por encima de todos, y con razón. Fue lo suficientemente especial que el Junior y su papá, Ken Griffey Sr., pudieran jugar en el mismo equipo en Seattle en 1990. Pero el dúo padre-hijo deleitó al mundo del béisbol el 14 de septiembre de esa campaña al conectar jonrones en turnos sucesivos en la primera entrada contra Kirk McCaskill de los Angelinos.

3. Nro. 600

Griffey siempre ha insistido en que no era un jonronero. Pero no paró de volar la cerca durante su carrera y el Nro. 600 lo pegó con los Rojos el 9 de junio del 2008, cuando mandó un envío en el primer inning de Mark Hendrickson de los Marlins hasta los asientos del jardín derecho en el Dolphin Stadium, convirtiéndose en apenas el sexto jugador en la historia que llegaba a esa cifra. Se retiró con 630 de por vida.

4. Una atrapada para la historia

Se podría hacer un especial aparte con las mejores jugadas defensivas de Griffey, pero uno de sus primeros momentos como mago con el guante en el jardín central ocurrió el 26 de abril de 1990, cuando se subió por la cerca del Yankee Stadium para quitarle un cuadrangular a Jesse Barfield. Luego celebró la atrapada con su inimitable sonrisa y una feliz carrera de vuelta al dugout que le dejó saber al mundo del béisbol que éste era “El Niño” (The Kid) que le encantaba jugar béisbol. ¿El lanzador al que ayudó con ese espectacular engarce? Nada menos que otro futuro miembro del Salón de la Fama, Randy Johnson.

5. La racha de jonrones

Cuando eres sexto en el listado de jonrones de todos los tiempos, es normal que algunas veces los bambinazos salgan en racimos. La racha más larga de Griffey fue en 1993, cuando jonroneó en ocho partidos seguidos, empatando el 28 de julio un récord de las Grandes Ligas--que compartían Dale Long y Don Mattingly--con un bambinazo ante Willie Banks de los Mellizos en el Kingdome. El Junior por poco rompe la marca cuando conectó un doble contra la pared el 29 de julio.

6. Señor de Camden Yards

Uno de los batazos más largos de Griffey ni siquiera contó – un cañonazo en el Festival de Jonrones el 12 de julio de 1993 – es uno sus momentos más memorables, pues se convirtió en el único jugador en mandar un batazo de aíre contra la fachada del edificio que está detrás de la pared del jardín derecho del Oriole Park. Griffey terminaría perdiendo el Derby ese año contra el puertorriqueño Juan “Igor” González, pero compitió en ocho de esas competencias durante su carrera y ganó tres.

7. El debut (o los debuts)

La historia tenía que iniciar en alguna parte y el impacto de Griffey fue inmediato desde la primera vez que puso un pie en un terreno de Grandes Ligas siendo un novato de 19 años en 1989. Los Marineros abrieron aquella temporada en la ruta y Griffey conectó un doble en su primer turno contra el estelar Dave Stewart de los Atléticos. Pero superó eso el 19 de abril en su primer encuentro en el Kingdome, cuando disparó cuadrangular con su primer swing, enviando un envío en 0-1 de Eric King de los Medias Blancas sobre la cerca del jardín izquierdo.

8. El regreso a Seattle

Griffey regresó a Seattle con los Rojos por primera vez en una serie interligas en el 2007 y fue recibido con los brazos abiertos y una ovación estruendosa por el público en el Safeco Field. Y, como de costumbre, el Junior estuvo a la altura de la ocasión, conectando dos vuelacercas en el último partido de la serie el 24 de junio.

9. Costosa atrapada

Griffey jugaba al béisbol a toda máquina, al punto de que las lesiones eventualmente le pasaron factura en la segunda mitad de su carrera y probablemente le costaron la posibilidad de ir a la caza del récord de jonrones de todos los tiempos. Pero nada podía atravesarse en su camino cuando quería hacer una atrapada, incluyendo la pared del Kingdome el 26 de mayo de 1995, cuando una vez más ayudó a Randy Johnson con un impresionante engarce ante un batazo de Kevin Bass. Griffey atrapó la bola, pero se fracturó la muñeca derecha en el proceso. Terminó perdiéndose 73 encuentros, pero regresó a tiempo para llevar a los Marineros a la postemporada luego del equipo sobreponerse a un déficit de 13.5 juegos para alcanzar a los Angelinos y ganar el Oeste de la Liga Americana.

10. Nro. 500

El Junior siempre parecía sacar la cara en las ocasiones especiales y naturalmente el cuadrangular 500 de su carrera lo disparó jugando con los Rojos un Día de los Padres en San Luis el 20 de junio del 2004. En lo que fue un día perfecto, Ken Griffey padre estaba en el Busch Stadium ese día y pudo abrazar a su hijo tras el jonrón, otro recordatorio de que la familia siempre estuvo primero para Griffey.