PEORIA, Arizona -- El venezolano Luis Torrens ha convertido la lucha por la receptoría de los Padres en una competencia entre tres. 

Hasta hace poco, Austin Hedges y el dominicano Francisco Mejía se perfiliban como los candidatos principales para recibir tiempo de juego detrás del plato en San Diego. Pero Torrens, de 23 años, ha llamado la atención con su actuación en lo que va de la pretemporada y podría beneficiarse de las dificultades que han tenido los supuestos receptores de los Frailes.

El miércoles, al manager Jayce Tingler le pidieron que evaluara la competencia por la receptoría y quizás fue revelador que el primer nombre que mencionó fue el de Torrens.

“Ahora mismo, está entre Torrens, Mejía y Hedges”, dijo Tingler. “No considero que las cosas hayan cambiado mucho. Lo difícil, con tres muchachos, es asegurarte de que tengan sus turnos al bate”.

Mejía y Hedges siguen siendo los favoritos y es poco probable que los Padres incluyan a tres receptores en su roster para el Día Inaugural. Pero a lo mínimo, Torrens está obligando a San Diego a reexaminar las cosas, según evaluadores del equipo.

Hedges ha tenido un comienzo lento al bate, aunque ha demostrado la misma proeza defensiva por la que se le conoce. De su parte, Mejía se ha ido de 12-0 en seis juegos de pretemporada y no se ha visto firme detrás del plato.

Torrens podría quitarle tiempo de juego a ambos si los Padres decidieran irse con tres receptores. Y hasta podría adueñarse de uno de dos puestos garantizados.

Torrens ya se ganó un puesto en los entrenamientos una vez, pero bajo circunstancias muy distintas. Torrens fue seleccionado en el draft de la Regla 5 en diciembre del 2006 e inmediatamente canjeado a San Diego. Por lo tanto, los Padres debían tenerlo en el roster de Grandes Ligas por un año o arriesgarse a perderlo.

La decisión de los Frailes de retener a Torrens en aquel entonces ha comenzado a rendir dividendos.

El oriundo de Valencia tuvo una línea pésima de 163/.243/.203 en el 2017, pero acababa de dar el salto de Clase-A a Grandes Ligas. Desde entonces, ha progresado bastante con el guante y tuvo línea de .300/.373/.500 por Doble-A Amarillo en el 2019.

Torrens considera que el tiempo que estuvo en Grandes Ligas le fue de mucha ayuda.

“Nunca me detuve”, dijo Torrens. “Siempre sigo tratando de mejorar -- a la defensa, el bate, pidiendo el juego. Ese fue un gran año para mí. Aprendí mucho. Estaba emocionado de estar allí ese año. Espero estar ahí todos los años por los próximos 10 años”.

En el 2020, quizás tenga su oportunidad.