DENVER – El torpedero novato Ezequiel Tovar mostró rápidamente una cara de bebé hacia la cueva de los Rockies desde la segunda base, levantó sus manos y apretó sus dedos mientras el Coors Field se estremecía y sus compañeros comenzaban a oler la eventual victoria por 9-8 sobre los Dodgers la noche del miércoles.

Tovar le había dado la vuelta al partido con un cuadrangular de tres carreras para agregarle a su plato lleno otro desempeño excepcional más. Pero Tovar no es un jugador que se caracterice por querer llamar la atención.

Entonces, ¿qué le hizo celebrar de esa forma?

“No lo sé”, exclamó Tovar. “El equipo comenzó a hacerlo; yo sólo los imité”.

El verde que predomina en los uniformes de City Connect de los Rockies encaja perfectamente, puesto que el club les está otorgando roles claves a jugadores jóvenes. El miércoles, por ejemplo, el novato Nolan Jones, de 24 años, hizo un tiro al plato para retirar al venezolano David Peralta, finalizando la parte alta de la sexta entrada para dejarle la mesa puesta a Tovar. El juego terminó con Justin Lawrence – quien tiene 28 años, pero es nuevo en el rol de cerrador – saliendo de apuros en el octavo inning y al final agenciándose su quinto salvamento.

Tovar, quien demuestra una madurez más allá de sus 21 años, poco a poco se está estableciendo como un referente de los Rockies. Pase lo que pase sobre el terreno, el campocorto venezolano mantendrá la calma sin exhibir sus emociones (a menos de que se trate de niñerías de parte de un compañero).

“Toda mi carrera, he sido esa clase de jugador, bien tranquilo”, aseguró Tovar. “Sí celebro, pero no es parte de mi juego. Tengo la tendencia de mostrar pocas emociones, pero tú sabes, lo más importante es que me siento emocionado de verdad y contento – especialmente después de una victoria como ésta”.

El sencillo con un out de Tovar que encendió una tercera entrada de tres anotaciones para los Rockies ante el abridor de los Dodgers, Michael Grove, alargó a 11 la racha de partidos seguidos de Tovar bateando de hit, la más larga de su joven carrera.

Con razón, los Rockies esperaban cosas positivas cuando le entregaron la posición de campocorto a Tovar en el Día Inaugural, y se aferraron a él a pesar de que el novicio bateaba .187 a partir del 25 de abril.

El batazo ganador del miércoles fue su 20mo doble de la campaña, empatado en el séptimo puesto de la Liga Nacional con Corbin Carroll de los D-backs, uno de los candidatos para el premio a Novato de Año. El promedio de Tovar de .296 en sus últimos 53 juegos y su línea de bateo de .356/.362/.578 desde el 13 de junio podrían llevarlo a estar en la misma conversación. 

“Lo que ha hecho en el último mes y lo que ha hecho en las últimas dos semanas, en lo que ha números se refiere, nos dice que se encuentra en una gran posición en cuanto a su confianza, en cómo se siente en el plato, la forma en que está viendo la bola”, expresó el timonel de los Rockies, Bud Black. “Muchas cosas buenas están sucediendo”.

Un ejemplo fue el batazo ganador del miércoles. Nick Robertson decidió trabajar abajo en la zona con un cambio. Los turnos al bate al principio de la temporada terminaban a menudo con Tovar haciéndoles swing a envíos fuera de la zona. Pero este pitcheo estaba sobre el plato, y Tovar le hizo un swing desde adentro hacia afuera.

“Honestamente, sólo pensaba en no dar un rolling en esa situación y no batear para doble-play”, confesó Tovar.

Detrás de la manera tan tranquila en la cual maneja su éxito, aseguran sus compañeros que se trata de un muchacho que genera impacto, a pesar de ser tan tranquilo.

Tovar demostró la capacidad suficiente en la primavera del 2022 para convencer a los coaches de ligas menores que estaba listo para ser ascendido. Una de sus asignaciones era convertirse en líder del equipo de Doble-A Hartford. Las cualidades se hicieron notar cuando el venezolano comunicó la estrategia y observaciones tanto en inglés como en español en las reuniones en el dugout.

Pero Tovar nunca se convirtió en un parlanchín. Su personalidad es parecida a la de estrellas de Colorado como Todd Helton, DJ LeMahieu y Charlie Blackmon – jugadores que ponen su energía en trabajar y dejan la arrogancia a un lado. Tovar hace que sus palabras cuenten, incluso si llega a sonar más como un manager.

“Durante una visita al montículo, dirá cosas tales como, ‘Hey, te quiero en este rol … Eres el jugador indicado para nosotros … Confío en ti aquí, hazlo’”, destacó Lawrence.

Tovar no tiene que ser siempre ese líder de su clase.

“Eso se forma con el tiempo, la química del equipo”, expresó Tovar. “Sucede de manera natural. No lo pensamos demasiado”.

El futuro del medio del cuadro interior podría estar en sus manos, incluso si de vez en cuando esas manos hacen una pequeña señal divertida que él mismo no entiende del todo bien.