BOSTON - Para Eduardo Núñez, su jonrón del martes para concretar una victoria de los Medias Rojas sobre los Dodgers en el Juego 1 de la Serie Mundial fue una especie de reivindicación.
En octubre del 2017, tras llegar a Boston desde San Francisco como importante refuerzo de un equipo que ganó la División Este de la Liga Americana por segundo año consecutivo, el dominicano se resintió de una lesión que había sufrido el mes anterior en su primer turno de la Serie Divisional contra los Astros y fue sacado del roster de los Patirrojos. Los Medias Rojas perderían dicha serie en cuatro partidos y Núñez se convertiría en agente libre.
"Quedé decepcionado el año pasado", dijo Núñez. "Me lesioné en el momento menos indicado. Mis compañeros perdieron en la primera ronda. Fue horrible".

Pese a que los Medias Rojas contaban con el quisqueyano Rafael Devers en la tercera base y con el arubeño Xander Bogaerts en el campo corto, Núñez decidió renovar por un año y US$4 millones con Boston al principio de los entrenamientos. Al fin y al cabo, jugó en la segunda ante la persistente lesión de Dustin Pedroia y, con un rendimiento dudoso de Devers durante una buena parte de la campaña, fungió bastante como antesalista.
"Tuvimos suerte de que él estuviera disponible al final de la temporada muerta para firmarlo", comentó el manager de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora. "Ha sido grande para nosotros. No estuvo al 100% de salud y batalló algo a la defensa en la segunda base, pero siempre tiene una actitud positiva. Y es uno de los líderes del clubhouse".
En ese tenor, Núñez ha expresado de manera consistente que su meta primordial es ganar, sin importar lo individual.
"No me importa ser el héroe", dijo Núnez, quien lleva cuatro empujadas en 17 turnos al bate en la presente postemporada. "Mientas ganemos, eso es lo único que importa. Estamos aquí para ganar y perder juntos.
"Le dije a Alex que la única razón por la que firmé de nuevo aquí era para ganar anillos".