DETROIT – En el que probablemente haya sido su última jornada de descanso como jugador activo de Grandes Ligas, el venezolano Miguel Cabrera fue dejado en la banca de los Tigres para el segundo encuentro de la jornada del jueves en el Comerica Park.

El oriundo de Maracay, quien está a cuatro días de terminar su estelar carrera de 21 años en las Mayores, conectó el bambinazo número 511 de su carrera el miércoles, en un partido que tuvo que ser detenido por la lluvia y posteriormente reanudado el jueves, y que terminó ganando los Tigres 8-0.

“La única diferencia fue que no lo conectó bajo la nieve”, expresó el manager de los Tigres, A.J. Hinch, haciendo referencia a la conexión del venezolano en el Día Inaugural del 2021, cuando con poca visibilidad debido a la nieve, Cabrera se deslizó en la intermedia pensando que había sido un doble, cuando en realidad había sacado la bola del terreno ante Cleveland.

Cabrera terminó la jornada del miércoles-jueves yéndose de 3-2 con dicho bambinazo, su cuarto de la temporada, un boleto negociado, dos carreras anotadas y dos empujadas. En el año, el venezolano batea .254/.317.344 con OPS de .661, incluyendo un mes de septiembre en el que suma 18 hits en 60 turnos (.300).

De esa manera, Cabrera termina la primera de sus dos series finales en casa, preparándose para lo que probablemente sean tres días de muchas emociones, cuando los Tigres reciban a los Guardianes para los últimos tres días de carrera del seguro futuro miembro del Salón de la Fama.

“Es importante, porque quiere ganar estos juegos”, indicó Hinch sobre las emociones del venezolano. “Tengo que hacer énfasis en eso; él quiere ganar los juegos. ¿Fue éste su último jonrón? No lo sé, tendremos que disputar los próximos cuatro partidos para saberlo, pero viéndolo bien, fue el ‘Viejo Miggy’. Ése es él, dando conexiones hacia su banda contraria. Estoy orgulloso de cómo lo ha manejado; él no quiere hablar mucho [de sus últimos juegos], pero es importante para él. Por lo tanto, es importante para nosotros”.