Una prometedora campaña que terminó trágicamente para los Marlins

La muerte de Fernández le rompió el corazón a un equipo en progreso

17 de octubre de 2016
Lynne Sladky/AP

MIAMI - Una temporada prometedora que mostró un gran progreso, pero que terminó de una manera trágica. Con todo el avance conseguido por los Marlins en el campo, con la inesperada muerte de Fernández por un accidente en bote el 25 de septiembre, será lo que se recuerde de los de Miami en el año.
Fernández, un cubano dos veces todoestrella, se apoderó del rol como el as del equipo. Dio un paso adelante, al igual que muchos otros Marlins, para que el equipo estuviera luchando por un Comodín hasta la última semana de campeonato.
Desde el comienzo de los Entrenamientos Primaverales, el un nuevo mánager Don Mattingly hizo todo para cambiar la cultura en la organización. No dio excusas, mantuvo a su equipo viendo siempre hacia adelante y los jugadores contestaron. Pero nada pudo prepararlos para lo sucedido en la mañana del 25 de septiembre en Miami Beach.
Aunque los Marlins estaban matemáticamente vivos hasta finales de septiembre, la realidad es que comenzaron un slump a comienzos de agosto.
"Creo que en agosto fue cuando nos quedamos sin gasolina", dijo Mattingly. "En la segunda mitad, luego de la pausa de las estrellas, estuvimos nueve juegos encima de .500. A partir de allí, sencillamente no jugamos un buen béisbol. Hubo un momento en el que no anotábamos".
Record: 79-82, tercer lugar en el Este de la Nacional.
Momento importante: El día de la muerte de Fernández, los Marlins -todos utilizando el número 16 y el apellido de Fernández-vencieron a los Mets 7-3, en el juego más emotivo que jamás se haya jugado en el Marlins Park.
El momento simbólico llegó en el primer inning, cuando el primer bate , se colocó a su mano derecha para recibir el primer lanzamiento tirado por el dominicano Bartolo Colón, "porque José disfrutaba batear tanto como lanzar". Luego completó el turno a su mano natural, a la zurda.
Dos lanzamientos después, el momento alcanzó otros niveles. Gordon disparó un jonrón -su primero del año-que alcanzó el segundo piso del estadio, recorriendo las bases con lágrimas en sus ojos.
Luego del juego, el equipo se juntó en el montículo en donde Fernández consiguió marca de 12-2 en el año, y dejaron sus gorras allí para homenajearlo.
Lo que salió bien: Los Marlins sintieron diariamente que podían competir contra cualquiera. Básicamente podían, aunque se vieron afectados por las lesiones.
tuvo su mejor año y ahora añadió poder. Está cerca de convertirse en una estrella.
mejoró sus habilidades y está siendo considerado como uno de los mejores caretas en la Nacional.
tuvo una gran primera mitad, siendo llamado al Juego de Estrellas como titular de la pradera central. El dominicano de 25 años alcanzó 20 jonrones por segunda vez en su carrera.
Si alguien tenía dudas con el venezolano Martín Prado, el veterano se dedicó a demostrar lo contrario. El liderazgo de Prado ayudó a mantener al equipo unido.
Lo que salió mal: La suspensión por 80 juegos de Dee Gordon a finales de abril pudo descarrillar temprano el año del equipo, pero los Marlins respondieron bien, con ocupando su lugar. Pero el hecho de perder a Gordon, su defensa de Guante de Oro y velocidad en las bases afectó a la organización. Además, el tiempo perdido afectó a Gordon en su regreso en julio, y no pudo ajustarse el resto del año.
sufrió un desgarre de grado 3 en su ingle el 13 de agosto. Pero antes de la lesión, el toletero tuvo un comienzo lento. Incluso cuando mostró poder en sus jonrones, el tres veces todo estrellas tuvo un mal año bajo sus estándares.
Otra lesión importante fue la de el 2 de julio, cuando sufrió un esguince en su tobillo que lo mantuvo fuera hasta septiembre.
Mayor sorpresa: el renacer del japonés, en su búsqueda por su imparable 3.000 en su carrera, convirtiéndose en las historias más importantes de los Marlins y del béisbol.
Muchos dudaron del pelotero de 42 años, pero Ichiro fue capaz de alcanzar el hito, aunque comenzó el año a 65 imparables. Pero el japonés tuvo un gran arranque, ganando tiempo de juego cuando Yelich o Stanton descansaban. El 7 de agosto en Colorado Ichiro disparó un triple hacia el jardín derecho, para aclamar su inatrapable número 3.000. Es sólo el 30vo jugador en alcanzarlo.
Bateador del año: Yelich pasó de ser un bateador natural con un buen promedio de embasamiento a una amenaza con su poder, consiguiendo topes en su carrera en jonrones y remolcadas. Por primera vez en su carrera, Yelich ocupó constantemente el tercer puesto de la alineación, y con la ausencia de Stanton, se encargó de ser el cuarto bate de los Marlins.
Lanzador del año: Fernández estuvo dominante. Su promedio de 12,49 ponches por cada nueve innings fue el mejor de las Mayores. En 29 aperturas, el derecho tuvo marca de 16-8 y 2.86 EFE. Además sus 253 ponches en el año fueron un record para los Marlins. Sus 16 triunfos fueron la mayor cantidad en el equipo desde los 22 de Dontrelle Willis en el 2005.
Novato del año: Cerca de la fecha límite de cambios en el 2015, los Marlins enviaron a su cerrado a los Cardenales por . Al momento no era considerado un prospecto, pero el derecho comenzó a demostrarlo a finales de ese año. En esta campaña se convirtió en un arma en la parte final del bullpen. Con una sólida slider y una recta de 96 mph, el novato puede ser considerado como el futuro cerrador del conjunto.