Valverde maravillado tras ser integrado al Equipo Ideal de los D-backs

5 de agosto de 2018

PHOENIX -- José Valverde estaba de pie y esperando en el portón del bullpen visitante, maravillado y agradecido a la misma vez, mientras veía a sus ex compañeros y leyendas de los Arizona Diamondbacks ser presentados uno por uno como integrantes del Equipo del Vigésimo Aniversario de los D-backs. Y de repente era su turno, justo después de Randy Johnson, y Valverde escuchó las palabras que tanto anhelaba oír una vez más.
"¡Con el número 47! ¡Joseee Vaaalverde!". Y la afición enloquece por "Papa Grande," uno de dos relevistas elegidos para el equipo ideal por los simpatizantes, trotando hacia la lomita con su sello una vez más.  
"Estaba tan emocionado que no podía dormir. Veía al estadio desde la ventana de mi hotel y me puse a pensar en todos los buenos momentos que tuve con los D-backs", dijo Valverde, quien contó con 98 juegos salvados en Arizona desde el 2003 al 2007. 47 de ellos ocurrieron en el 2007, cuando él lideró a las Grandes Ligas en ese rubro.
"Formar parte del Equipo Ideal es maravilloso. Me hubiese gustado que mi familia, mi esposa y mis hijos pudiesen haber estado aquí para verlo y disfrutando de todo esto que yo estoy sintiendo ahora mismo", dijo Valverde.
Valverde cerró el juego para el Equipo Rojo en su victoria por 1-0 sobre el Equipo Violeta, aunque su entrada también contó con una dosis de comedia cuando él la comenzó golpeando a Shea Hillenbrand en la espalda.
"¿Qué puedo decirte? No había lanzado desde hace un año", Valverde dijo mientras se reía. "Compartir estos momentos con compañeros como Luis González, Randy Johnson, (Miguel) Montero…para mí fue una sensación hermosa. Espero no olvidarla jamás. Este fue el equipo que me formó y con el que subí desde un principio, y a ellos les agradezco todo lo que he hecho en mi carrera".
Mientras Valverde desandaba la senda de la memoria, él eligió al juego perfecto de Randy Johnson en Atlanta el 18 de mayo del 2004 como su recuerdo beisbolístico preferido.
"Eso fue algo demasiado grande", dijo Valverde al recordar haber sido testigo de la perfección por primera vez desde el bullpen de Turner Field. "Ser un muchacho en las Grandes Ligas y ver a una superestrella lanzar un juego perfecto fue algo impresionante".
Sin embargo, la diversión no terminó allí. Valverde también recuerda la broma que Johnson le hizo al por entonces cátcher y actual coach de los D-backs, Robby Hammock.
"Nosotros llegamos a Miami a jugar contra los Marlins y Randy le regaló un reloj a Robby Hammock. Hammock pensaba que era un Rolex, pero era un reloj de plástico (risas). Después le dio el Rolex".    
Valverde se quedó a ver a su ex equipo enfrentando a los San Francisco Giants, y él cree que los D-backs cuentan con el potencial para lograr cosas importantes. Es por eso que él aprovechó la ocasión para dejarle un mensaje a la misma afición que lo había ovacionado minutos antes.  
"Nunca se caigan. Sigan apoyando al equipo. Los muchachos están en buena posición en la división y haciendo un gran trabajo. Nunca se olviden de lo maravilloso que es este equipo, tanto para ellos como para nosotros", expresó Valverde.
Los aficionados ciertamente jamás van a olvidar las emociones que él les hizo sentir. 20 años han ido y venido, y Valverde formará parte de las leyendas de los D-backs por 20 más.