Verdugo exhibe raíces mexicanas con orgullo

18 de octubre de 2021

BOSTON -- Si usted le da un vistazo al jardinero de los Medias Rojas, Alex Verdugo, rápidamente se dará cuenta de la diversidad que existe entre los jugadores de béisbol que hacen carrera en las Grandes Ligas.

El cabello rojizo, el color de su piel y hablar inglés como su primera lengua. Crecer en Tucson, Arizona – una ciudad de alta población hispana – sin la capacidad de hablar español fluido le hicieron difícil a Verdugo identificarse con su cultura.

“Cuando no hablas español, pero eres mexicano, todo el mundo te fastidia”, dijo Verdugo. “Todos me decían cosas como, ‘Ay, sí, tú eres blanco’, y cosas así”.

Pero que nadie se confunda. Verdugo sabe muy bien quién es él. Y el mundo del béisbol lo está viendo. Sus raíces son mexicanas. Su padre, Joe, nació en Hermosillo, Sonora, al norte de México. Allí todavía residen muchos miembros de su familia, a tan sólo cuatro horas de manejo de su Tucson natal.

Verdugo está orgulloso de ser Mexicoamericano. Considera que haber jugado para México en el Clásico Mundial de Béisbol del 2017 es uno de los grandes logros de su carrera. Y ahora que está en ese gran escenario que es la postemporada de MLB, que además se disputa durante el Mes de la Herencia Hispana, está utilizando la oportunidad para mostrar el orgullo que siente.

Pueden verlo cada vez que se para en el cajón de los bateadores. Además de utilizar zapatos Nike con los colores verde, blanco y rojo, el codo derecho de Verdugo siempre está apuntando en dirección al montículo mientras esté en el plato, dejando ver una codera blanca con la bandera de México en el centro.

“Para mi significa mucho estar aquí representando”, aseguró Verdugo. “Yo veo lo orgulloso que está mi papá. Se le ve en la mirada. Es algo grande. Yo soy bien fiel a mis raíces y al lugar de donde soy. Es algo especial para mí. Amo los colores. Utilizarlos me hace sentir de cierta manera”.

En Fenway Park, Verdugo le ha presentado a la fiel fanaticada de Boston temas legendarios como “Volver Volver” de Vicente Fernández, el icónico cantante reverenciado en todo México. El ambiente en Fenway no es tan festivo como el que Verdugo recuerda ver con frecuencia en Dodger Stadium durante sus días con Los Ángeles, pero cree que la popularidad va creciendo poco a poco.

“Al principio estaban un poco confundidos”, dijo Verdugo de los seguidores de los Medias Rojas. “La respuesta ahora es mucho mejor. Les tomó un tiempo acostumbrarse. Ahora, cuando voy a batear, puedo escuchar a la gente silbando (la canción). Algunos gritos. Hay cosas pasando ahora en Fenway, así que es divertido ver esa evolución”.

Ganarse a los fanáticos de Boston no es sencillo para cualquier jugador. Sólo que en el caso de Verdugo fue todavía más complicado. Desde que llegó a los Medias Rojas en el cambio de Mookie Betts en febrero del 2020, justo o no, Verdugo fue visto inmediatamente como el muchacho llamado a reemplazar a la superestrella Betts. Gracias a una combinación de buena producción en el terreno y un gran carisma, el patrullero de 25 años se ha ganado un puesto entre los seguidores.

“En Boston lo quieren mucho”, dijo el puertorriqueño Alex Cora, manager de los Medias Rojas. “Tiene una gran personalidad y disfruta ser el centro de atención”.

En el terreno, Verdugo está demostrando ser alguien que puede producir a la hora pequeña. Tras los primeros siete encuentros de los Patirrojos en esta postemporada, está ligando para .367 con un jonrón, tres dobles y seis carreras empujadas.

“Es una alegría tenerlo aquí”, añadió Cora. “Ama este deporte. Viene todos los días y sigue aprendiendo juego tras juego. Ofensivamente, últimamente, ha estado retomando esa producción del año pasado. Ser capaz de esperar sus pitcheos y utilizar todo el terreno”.

La mudanza a Boston ha requerido de ajustes. Está muy lejos de Arizona y Los Ángeles, los únicos lugares en los que había vivido hasta el 2020. Pero a medida que los fanáticos lo han aceptado, Verdugo está disfrutando de todo lo que ofrece su nuevo hogar. Sin embargo, hay un aspecto de Boston al que todavía no se ha acostumbrado.

“En L.A., yo podía terminar el juego y salir a la calle y ahí mismo había un camión de tacos”, confesó Verdugo. “No he encontrado sitios así en Boston. Esa ha sido la peor parte de la mudanza”.

Puede que haya pocos sitios de tacos, pero para fortuna de Verdugo, Boston ofrece otra opción de la que es gran fanático.

“Le he dado durísimo a la comida de mar aquí”, dijo Verdugo. “Eso es lo mejor. Directo desde el mar”.

Ahora que Verdugo ha fortalecido esos lazos con Boston, está tratando de hacer lo mismo con México, donde es admirado por una fanaticada que constantemente lo apoya vía mensajes y comentarios en las redes sociales. Él entiende la influencia que puede tener en la patria de su padre, particularmente en la siguiente generación. Por eso está tratando de mejorar su español. Es algo que podría acercarlo todavía más al país.

“Yo espero algún día hablar fluido en español y estar completamente cómodo hablándolo”, aseguró Verdugo. “No hay muchos mexicanos en las Grandes Ligas. Así que cuando hay uno, sabes que todo México está viéndolo y apoyándolo”.

“Los niños allá nos están viendo y quizás algún día más de ellos quieran jugar béisbol”.