Verónica Hernández, pionera latina como GG

4 de junio de 2022

A la ejecutiva Verónica Hernández no le pasó por la mente hacer carrera en el béisbol cuando comenzó a buscar trabajo luego de graduarse de Ithaca College en el estado de Nueva York con un título en medios deportivos. Hernández, quien jugó varios deportes durante su niñez en Connecticut y se inclinaba mayormente por el fútbol, se imaginaba trabajando para la FIFA, no convertirse en pionera del béisbol. 

Pero el béisbol resultó ser uno de los pocos deportes que no había tomado en cuenta en un principio el que le ofreció su primera oportunidad de formar parte de una gerencia. En el 2015, Hernández aceptó una oferta de los Dansbury Westerners de la Liga de Béisbol Universitario de Nueva Inglaterra y al poco tiempo estaba colaborando con los Hudson Valley Renegades (la sucursal Clase-A Alta de los Yankees en la actualidad, que en aquel entonces era parte de la finca de los Rays de Tampa Bay.)

“De ahí todo fue cobrando impulso”, dice Hernández, quien no solamente ha ascendido rápidamente por las ligas menores, sino que de paso ha hecho historia: El 11 de mayo, fue nombrada gerente general de los Modesto Nuts, la filial de Clase-A de los Marineros de Seattle, que militan en la Liga de California. Hija de inmigrantes colombianos, Hernández es la primera gerente general latina en la historia de ligas menores.

Actualmente una de tres gerentes generales de ascendencia latinoamericana en ligas menores y parte de un grupo de siete mujeres que desempeñan dicho cargo entre los 120 equipos afiliados, Hernández se incorporó a la gerencia de Modesto en el 2018 como directora de mercadeo y promociones. Fue nombrada gerente general auxiliar en enero, antes de ser ascendida a su puesto actual. Antes de unirse a Modesto, también trabajó con los Arkansas Traveleres (filial Doble-A de los Marineros) y los Lancaster JetHawks (antigua filial Clase-A Alta de los Rockies).

Mientras que un GG de un equipo de Grandes Ligas se enfoca en operaciones de béisbol, como GG de un club de liga menor, a Hernández le toca supervisar el mercadeo, los patrocinadores y la venta de boletos, a la vez que está encargada de coordinar los viajes y las viviendas para todo el equipo. Establecer lazos con la comunidad local también es un aspecto clave de su rol, y su herencia y su fluidez a la hora de hablar el español han sido clave en ese sentido. Ubicada aproximadamente 68 millas al sur de la capital de Sacramento, la población de Modesto es aproximadamente 40% hispana, según los datos del último Censo. 

“Cuando llegué al equipo, era la única hispanohablante en la gerencia, así que tuve esa nueva oportunidad de ir a esos eventos latinos y hablar sobre nuestra organización en español”, dijo Hernández. 

Ser bilingüe también le permite ayudar a los jugadores de Latinoamérica que pasan por Modesto durante su transición a un nuevo país y una nueva cultura. “Ese sentido de hogar es super importante, así que tener a alguien que hable tu idioma natal lo facilita”, dice.

Hernández es parte de una camada de mujeres que han roto barreras en el béisbol, del terreno hasta la gerencia, en los últimos años. Entre los casos más notables se encuentra el de Kim Ng, quien se convirtió en la primera mujer en fungir como gerente general de un equipo de Grandes Ligas cuando los Marlins la contrataron en noviembre del 2020. En febrero, Elizabeth Benn hizo historia como la mujer de más alto rango en la historia de los Mets cuando fue nombrada directora de operaciones de Grandes Ligas. Y el mes pasado, Rachel Balkovec de los Tampa Tarpons se convirtió en la primera dirigente femenina de tiempo completo en la historia del béisbol afiliado. Y ésos son apenas algunos ejemplos. 

Catalogada como “una estrella en ascenso en su industria” por su predecesor, Hernández afirma que su principal objetivo es ayudar a Modesto a ganar un campeonato en la Liga de California. Pero también tiene otras metas. 

“Me encantaría construir un personal y una cultura que hagan que la gente quiera quedarse por una década”, dice. “Sé que eso es difícil de lograr, especialmente en el béisbol de liga menor, porque la manera de ascender es mudándose de un lado a otro por el país, y lo entiendo. Pero quiero crear un programa interno que haga difícil que (nuestro personal) se quiera ir”.