González respondió a la hora cero para L.A.

26 de octubre de 2020

Al relevista mexicano Víctor González, un novato de 24 años cuya experiencia en las Grandes Ligas no pasaba de 20.1 entradas antes de comenzar la postemporada, le entregaron la noche del domingo una responsabilidad inmensa. Y el zurdo respondió de la mejor manera.

En un octubre en el que la mayoría de los titulares se los ha llevado merecidamente su compatriota y también pitcher zurdo, Julio César Urías, González se lució ayer en medio de una situación no precisamente sencilla sacando dos outs para poner fin al octavo inning y mantener la ventaja 4-2 de los Dodgers, que terminarían ganando por ese marcador el Juego 5 de la Serie Mundial en el Globe Life Field de Arlington para quedar a un triunfo del que podría ser su primer título desde 1988.

Los Rays comenzaron el octavo inning con un sencillo de Kevin Kiermaier ante Dustin May, quien había relevado notablemente a Clayton Kershaw por 1.1 episodio. Paso seguido, el emergente Yoshi Tsutsugo fue dominado con un elevado el jardín izquierdo. Sólo cinco outs separaban a los Dodgers del triunfo.

Fue entonces cuando empezó una especie de batalla de ajedrez entre Kevin Cash, el manager de los Rays, y Dave Roberts, el piloto de los Dodgers.

Cash anunció rápidamente que el zurdo Ji-Man Choi iba a entrar como emergente por su primer bate, el cubano Yandy Díaz, para medirse a May, presentándole así una interrogante a Roberts: ¿Dejar a May contra Choi o llamar a González?

Roberts decidió llamar a González, a quien este año los zurdos le batearon .143 con un solo extrabases, un doblete. El problema es que Cash optó por perder a Choi sin que tomase el turno y mandó al plato al derecho Mike Brosseau, el mismo del jonrón decisivo contra el cubano Aroldis Chapman en el Juego 5 de la Serie Divisional ante los Yankees.

Ahora, González tendría que enfrentarse no sólo al derecho Brosseau. Salvo que consiguiese una doble matanza, también le tocaría medirse al peligroso cubano Randy Arozarena. Con la regla del mínimo de tres bateadores enfrentados, a Roberts y a los Dodgers sólo les quedaba encomendarse a González.

Las cosas no empezaron bien para el nativo de Tuxpan. Un lanzamiento descontrolado llevó a Kiermaier a segunda y un boleto a Brosseau puso la del empate en base para Tampa Bay y trajo a Arozarena al home. En la ronda regular, Arozarena bateó .400 ante zurdos (de 20-8) con cuatro jonrones.

El asunto, que más complicado no podía lucir en teoría, lo resolvió González con un solo lanzamiento, una slider bajita y afuera con la que Arozarena envió un manso elevado al jardinero central Cody Bellinger. Dos outs y el zurdo Brandon Lowe a la caja.

González no pudo sacar el tercer out tan rápido. En vez de un lanzamiento, tuvo que utilizar dos. El primero, una slider a 85 mph en strike sobre la esquina de adentro. El segundo, una recta a 93.8 mph, casi en la misma ubicación, con la que Lowe sacó un globito corto al central que tomó Bellinger sin problemas para terminar de apagar el fuego y sellar el gran relevo de González.

“Para mi, si Dustin nos podía dar dos innings, parte de dos innings, estaba bien", explicó Roberts el movimiento después del juego. "Me gusta Víctor. Me gustaba en ese turno contra Arozarena. Y Víctor hizo su trabajo”.

En lo que va de postemporada, González ha lanzado 5.1 innings para los Dodgers, en los que ha permitido cinco hits y dos carreras para efectividad de 3.37. Ha dado cuatro boletos y ha ponchado a dos. Hasta ayer, su momento más famoso de octubre había sido la fuerte línea que tomó para empezar un dobleplay en el Juego 1. Pero esta vez, con todas las miradas puestas sobre él, los aplausos se los ganó gracias a su brazo.