En el béisbol, las temporadas largas siempre dan giros, pero lo que no cambia de una campaña a la otra es lo rápido o la frecuencia con que varía la narrativa durante los 162 juegos. Basta con fijarnos en la lucha bastante reñida en la División Este de la Liga Americana, que repentinamente luce muy diferente ahora a finales de julio comparado con el comienzo del año. Este es el motivo por el que este mes ha trasformado todo a como estaba en abril.
En la primera noche de julio, tras el partido del domingo por la noche, los Yankees habían superado a los Medias Rojas 11-1. En su apertura por los Patirrojos, David Price concedió nueve imparables y ocho carreras ante los Bombarderos. Al final de esa serie, Boston tenía marca de 56-29 y Nueva York tenía foja de 54-27, y aunque ambos estaban empatados en la cima del Este de la Americana, los Yankees tenían la ventaja al sufrir menos derrotas.
Después de 23 días y la pausa por el Juego de Estrellas, los Bombarderos ahora tienen ocho derrotas más, están cinco juegos por debajo de los Medias Rojas y llevan récord de 11-8 desde el 1ro de julio. Por su parte, los Patirrojos han sufrido apenas tres derrotas después de que Price fue castigado. Por eso se puede decir que todo luce similar al inicio de la campaña, cuando Boston comenzó con marca de 17-2 y Nueva York con foja de 9-9, antes de que los Yankees se encendieran y le dieran vuelta a la narrativa en el Este del Joven Circuito, ganando 37 de sus siguientes 49 compromisos, luciendo mucho mejor que los Medias Rojas y los Astros.
Incluso hasta cuando el dominicano Gary Sánchez se ausentó por una dolencia a finales de junio, las cosas parecían estar todavía muy bien en esa primera noche de julio. Pero desde entonces, el venezolano Gleyber Torres -regresó finalmente hoy- también se lesionó y el dominicano Luis Severino -- quien en ese partido controló a los Patirrojos a dos hits en 6 2/3 entradas -- no ha sido tan dominante. Sánchez volvió a la acción el fin de semana, pero el martes otra vez fue inhabilitado.
Tras la victoria del martes ante los Rays en el Tropicana Field, combinada con la derrota de los Medias Rojas, los Yankees amanecieron el miércoles con marca de 64-35, a cinco encuentros de los Medias Rojas (71-32). Los Bombarderos no sólo tienen foja de 11-8 en julio, sino que también llevan marca de 13-14 en sus últimos 27 partidos. Esto no significa que Nueva York no pueda bajar a Boston de la cima ni que se persigan uno al otro hasta el último fin de semana de la temporada regular en el Fenway Park. Solamente significa que los Yankees en estos momentos son los que persiguen a los Medias Rojas (quienes llegaron a la acción del miércoles con 39 juegos sobre los .500), como sucedía en abril.
De cara a la fecha límite de cambios, los Yankees siempre tuvieron algo de urgencia para reforzar su rotación, el bullpen o ambos. Siempre hay algo más de presión para el gerente general Brian Cashman, quien para los seguidores de los Bombarderos luce como una figura con la misma importancia de Aaron Judge o Giancarlo Stanton. No cabe duda de que siempre hubo algo de urgencia para Cashman esta campaña debido a que el directivo fue el que tomó la decisión de cambiar dirigentes -- de Joe Girardi a Aaron Boone -- incluso cuando bajo Girardi el año pasado el equipo estuvo a una victoria de avanzar a la Serie Mundial.
Y la noche del martes, Cashman respondió al conseguir al estelar relevista Zach Britton en un cambio con los Orioles. Claro que los Medias Rojas devolvieron el golpe la mañana del miércoles, cuando consiguieron al abridor Nathan Eovaldi en un cambalache con los Rays.
Para los Yankees ha pasado bastante tiempo entre octubre pasado y ahora. Pero el próximo octubre está cada vez más cerca. Las cosas cambian rápidamente en el béisbol y los meses de abril y julio son los mejores ejemplos.