Greinke, un lanzador como ningún otro

9 de mayo de 2022

Literalmente, no hay nadie como Zack Greinke en el béisbol de hoy, al menos desde un punto de vista estadístico.

En una época en la que tanto peso se le asigna a la velocidad y los lanzadores a lo largo y ancho de las Mayores se enfocan en ponchar a cuántos rivales sea posible, Greinke y su recta de menos de 90 millas por hora están haciendo lo contrario.

El promedio de ponches en las Grandes Ligas llegó al 20% por primera vez en el 2014 y no ha dejado de subir. Este año es del 22.7%, la quinta campaña seguida sobre un 22%.

Greinke, por su parte, ha hecho esto:

Como pueden ver, su tasa de ponches empezó a caer el año pasado, bajando de un 24.5% a un 17.2%, pero este año ha llevado ese plan de buscar que los rivales le hagan contacto al extremo.

El veterano de 38 años, quien firmó con los Reales en la temporada muerta para regresar al equipo con el que comenzó su carrera y ganó el Premio Cy Young de la Liga Americana en el 2009, tiene una tasa de ponches del 7.5%, la más baja de su carrera, tras seis aperturas.

Ningún lanzador con los innings suficientes para optar por el liderato de efectividad tiene una tasa de ponches tan bajo como la de Greinke.

Tasas de ponches más bajas, 2022

Zack Greinke -- 7.5%
Zach Plesac -- 13.9%
Cal Quantrill -- 14.8%
Chris Flexen -- 14.8%
José Berríos -- 14.8%

Lo más increíble, sin embargo, no es sólo que su promedio de abanicados sea 7.4 puntos más bajo que el de cualquier otro lanzador calificado y 16.2 puntos menor que el promedio de MLB, sino también que los rivales siguen sin encontrar la manera de tener mucho éxito cuando lo enfrentan. El dominio siguió ese camino con 5.2 innings de 10 hits y dos carreras, sin bases por bolas y tres ponches, ante los Orioles el domingo.

En 33.2 entradas de esta temporada, el derecho tiene efectividad de 2.67 y WHIP de 1.10. Es uno de 18 lanzadores con una efectividad mejor de 3.00 y WHIP de 1.10 o mejor en 30 innings o más este año. Ningún otro en esta lista tiene una tasa de ponches del 16.5% y 13 de los 18 están por arriba de 25%.

Greinke, quien siempre ha sido un maestro del control, ha dado sólo tres bases por bolas, ha golpeado a dos bateadores y ha permitido sólo dos jonrones, lo que significa que 120 de los 134 bateadores que lo han enfrentado han terminado poniendo la bola en juego. Tremenda forma de mantener a tu defensa bien alerta.

Sólo siete serpentineros que calificaron para optar por título de efectividad en la Era de la Expansión (desde 1961) han terminado con una EFE+ de 100 o mejor (es decir, igual o mejor que el promedio) y una tasa de ponches tan baja como la de Greinke, con el último de ellos siendo Lary Sorensen en 1980. La EFE+ de Greinke en estos momentos es de 142.

Quizás el manager de los Reales, Mike Matheny--quien pasó 13 años como receptor a nivel de Grandes Ligas antes de convertirse en dirigente--pueda ofrecer una pista sobre cómo Greinke está teniendo éxito esta temporada con ese plan de ataque.

“Tienes que tener cierta habilidad para conseguir ponches en ciertas situaciones para tener mucho éxito”, le dijo Matheny a Anne Rogers de MLB.com la semana pasada. “Pero lanzar es lanzar. Y él probablemente sea el mejor pitcher que he visto a la hora de utilizar los datos, de usarlos con un propósito real. ‘Esto me está diciendo que necesito hacer eso, los datos lo demuestran y me puedo convertir en alguien más efectivo haciendo cambios menores, no para buscar ponches, sino que se me haga contacto suave’.

“Es brillante, ese nivel de eficiencia. Y va a ser capaz de tener salidas bien eficientes simplemente, porque es capaz de hacer pitcheos de calidad y puede manipular la pelota para lograr que se mueva distinto de un pitcheo a otro. No vas a ver lo mismo. Puede que sea exactamente el mismo lanzamiento, pero se va a mover de forma distinta la segunda vez que lo ves. Él simplemente está tratando de que no le pegues con la maceta del bate. Eso se llama lanzar. Es algo que no se valora lo suficiente en nuestro juego”.

Si bien tu tasa de batazos duros recibidos ha subido, Greinke está minimizando la cantidad de “barrels”, o macetazos, las conexiones con la combinación ideal de velocidad y ángulo de salida que típicamente producen extrabases y jonrones. Su tasa de “barrels” esta campaña de es del 5.9%, cifra que se ubica en el 64to percentil.

Además, Greinke ha hecho un buen trabajo limitando la cantidad de elevados hacia la banda del bateador. De los 23 elevados que ha permitido esta temporada, 18 han sido hacia el jardín central o la banda contraria. A Greinke sin dudas lo ha ayudado el hecho de que los elevados, en líneas generales, están viajando menos lejos este año, debido a una serie de factores, lo que resulta en menos carreras.

La defensa también lo ha ayudado, como cuando el jardinero central Michael A. Taylor se subió por la pared del Busch Stadium e hizo una increíble atrapada para robarle un jonrón a Andrew Knizer de los Cardenales el 2 de mayo.

Matheny también apuntó la capacidad de Greinke para ponerse delante en el conteo como una de las razones de su éxito. Tiene una de las tasas de primer pitcheo en strike más alta de las Mayores (67.2%) y los rivales le batean apenas .177 cuando se pone arriba en la cuenta empezando con un strike. En todo MLB, los bateadores ligan para .202 después de iniciar un turno abajo 0-1 en el 2022.

Quizás nada de esto vaya a importar si Greinke no empieza a ponchar a más bateadores, pero si hay alguien que se ha ganado el beneficio de la duda, es el hombre que se ha labrado una carrera desafiando las convenciones. Será divertido seguirlo viendo en su intento por mantener esta forma de lanzar.