Jairo Díaz, de la tragedia al éxito en los Rockies

18 de septiembre de 2019

DENVER -- La mayoría de los cerradores entra al partido con una canción que les inspire miedo a sus rivales. Pero el venezolano Jairo Díaz empieza su novena entrada por los Rockies de una manera diferente. El derecho sale con el tema “Con Calma” del puertorriqueño Daddy Yankee y Katy Perry. Para algunos, la canción no puede faltar en una fiesta y encabeza las listas de éxitos de la actualidad.

Últimamente, la vida de Díaz lleva un ritmo alegre. Se lo merece. Incluso sin una oportunidad de rescate y tras lanzar seis bolas consecutivas (más un hit permitido y un pasaporte otorgado) para iniciar el noveno capítulo del partido de Colorado contra los Mets el lunes, la melodía alegre continuó.

El diestro escapó de apuros con un ponche y no concedió carrera alguna para un triunfo sobre Nueva York por 9-4 en el Coors Field.

“Estoy agradecido de que esta organización me haya dado una segunda oportunidad”, declaró Díaz. “Le agradezco a Dios. Estoy muy agradecido con Dios”.

Díaz, de 28 años, se adueñó del puesto de cerrador después de que Wade Davis enfrentó obstáculos y fue sustituido por Scott Oberg. Luego, la brillante campaña de Oberg terminó antes de tiempo debido a coágulos de sangre en el brazo izquierdo. Díaz ha dominado al no conceder carrera merecida en sus últimas nueve presentaciones a lo largo de 9.2 entradas. Además, ha conseguido cuatro rescates en igual número de oportunidades.

“Es una gran sensación”, reconoció Díaz. “Cuando me cambiaron aquí en el 2015, se suponía que sería el cerrador del futuro. Y sé que llegué a ese puesto ahora porque Wade y Obie salieron; eso fue lo que sucedió. Para mí, ésa fue una excelente oportunidad”.

Díaz se perdió todo el 2016 después de someterse a una cirugía Tommy John en el codo derecho. Luego, cuando regresó a la acción, a su esposa, Dubraska “Duby” Díaz se le diagnosticó un cáncer en el estómago. Ella falleció el 22 de octubre del 2017.

Esta temporada, Díaz comenzó con Triple-A Alburquerque, donde registró 0.45 de efectividad en 16 presentaciones. Ascendió al equipo grande el 22 de mayo y se destacó al emplear una recta que promedió las 97.6 millas por hora, un sinker que promedió las 96.8 millas por hora y ahora un slider. También ha permitido cero carreras en 31 de sus 51 juegos por los Rockies.

Y la vida fuera del estadio es maravillosa.

“Mi hija está bien -- aquí está conmigo”, dijo Díaz. “Mi madre también me está acompañando. Y ahora tengo una novia. Me ha ayudado bastante con mi hija. Las cosas están bastante bien ahora”.

Por eso, si en los Rockies surge una competencia por el puesto de taponero en el 2020, Díaz parece estar listo. La presión no lo incomoda y si sabe que lanzará en la novena, podrá prepararse mejor.

Si no gana el rol de cerrojero, Díaz mantendrá la confianza de todas maneras y estará agradecido. “Si el próximo año no soy el cerrador, haré lo que sea necesario para ayudar al equipo”, declaró Díaz.

El dirigente del equipo de Colorado, Bud Black, elogia el repertorio de Díaz, pero el piloto también quiere lo mejor en la vida para el derecho.

“Es un buen muchacho”, manifestó Black. “Obviamente, las tragedias suceden. Le ocurrió a uno de los nuestros. El tiempo tiene una manera de curar las heridas. Él va por un buen camino para posiblemente tener una larga carrera”.