Arráez trata de no pensar en números, a la vez que coquetea con .400

11 de julio de 2023

SEATTLE – En su primer Juego de Estrellas en el 2022, Luis Arráez no fue el jugador más solicitado en la tradicional sesión de los medios. Pero ahora, en la edición del 2023 en Seattle, Arráez fue una de las figuras de mayor cartel, rodeado de una muchedumbre que le hacía preguntas sin descanso sobre su tórrido bateo, los éxitos de los Marlins y otro sinnúmero de temas al margen del béisbol.

No es para menos. Por primera vez en décadas, hay un jugador coqueteando con batear .400 a esta altura de la temporada, y ese bateador es el venezolano Arráez. El infielder del equipo de Miami llegó al Clásico de Media Temporada con promedio de .383 en 362 visitas al plato, siendo líder de Grandes Ligas en hits con 126, porcentaje de embasarse con .434 y, por supuesto, average.

Tras su cambio de los Mellizos a los Marlins durante el invierno pasado por su compatriota Pablo López, Arráez se siente asentado en Miami y goza al máximo su segunda participación en el Juego de Estrellas.

“Fue emocionante el primero, pero creo que éste fue más emocionante, ya que voy a comenzar (en) la segunda base, dijo Arráez sobre su convocación al evento de este año en el T-Mobile Park de Seattle. “Creo que ése es uno de los resultados que me da el trabajo. Estoy agradecido con Dios y con muchas personas que me ayudaron. Tremenda temporada estoy teniendo, gracias a Dios, y por eso creo que me lo merezco”.

Efectivamente, Arráez fue elegido para iniciar el partido del martes en la segunda almohadilla, tras ser un reserva el 2022, cuando iba a rumbo a ganar el título de bateo de la Liga Americana en Minnesota con promedio de .316.

Las estadísticas del año pasado fueron bien impresionantes, sobre todo en términos de tasa de ponches (7.1%) y otras métricas de contacto. Pero en el 2023, Arráez ha subido su nivel a alturas poco vistas. Con línea de .383/.434/.471, OPS de .905 Y OPS+ de 155, el oriundo de San Felipe se ha ponchado en apenas el 5.3% de sus visitas al plato.

Mucho se ha comentado sobre los números puestos por Arráez sin un contacto duro. De hecho, el estelar de los Peces está apenas en el percentil 2 de porcentaje de contacto duro, el 9 de máxima velocidad de salida, el 30 de velocidad de salida promedio y el 4 en barriles, entre otras calificaciones sorprendentes para un bateador con OPS por encima de .900.

Ahora, todo el mundo quiere saber si Arráez podrá convertirse en el primer jugador calificado en batear .400 en una campaña desde que lo hizo el Salón de la Fama Ted Williams en 1941.

“Es difícil, pero simplemente voy a disfrutar el juego”, dijo Arráez al respecto. “No pienso demasiado, porque a veces veo los números, de 4-0, 5-0, y digo, ‘wow, es difícil’. Pero confío en mí mismo”.

Arráez también confía en los Marlins. Sorpresivamente, Miami llegó a la pausa del Juego de Estrellas con marca de 53-39 y ocupando el primer Comodín de la Liga Nacional, a pesar de aún tener un diferencial de carreras negativo (-5).

“Llevar al equipo a los playoffs, seguir con esa energía que tenemos”, es la meta colectiva expresada por Arráez. “Creo que tenemos buena energía en el clubhouse. Nos sentimos unidos. Creo que estamos haciendo buen trabajo”.

¿Y en lo personal para la segunda mitad?

“Seguir haciendo lo que estoy haciendo”, expresó. “Que Dios me dé mucha salud. A jugar y disfrutar del bonito béisbol”.