Cada año nos recordamos a nosotros mismos qué tan larga es la temporada de Grandes Ligas, y cómo la narrativa puede voltearse en tan poco tiempo. Y cada año, una vez que arranca el Día Inaugural, lo olvidamos, antes de que un grupo de equipos nos lo vuelve a recordar en marzo y abril. Uno de estos equipos son los Mets, que iniciaron con 0-5 y estuvieron a punto de comenzar con 0-6 en el Citi Field jugando contra los Tigres en el segundo juego de una doble cartelera y ahora han estado tan encendidos como cualquier otra novena en Grandes Ligas.

Pete Alonso empató aquel partido del 4 de abril en ante Detroit con un cuadrangular en el noveno episodio, antes de que Tyrone Taylor lo ganara con un sencillo de oro. Desde el 4 de abril, los Mets tienen marca de 11-3 y tienen tres juegos por encima de .500. Solamente los Reales han ganado esa cantidad de partidos en ese trecho. Desde el 5 de abril, los Mets, Reales y Bravos tienen los mejores récords en las Grandes Ligas. Dan Steele, del Elías Sports Bureau, señala que los Mets son ahora solamente uno de cinco equipos en la historia en empezar una temporada 0-5 o peor, para luego ganar 10 de sus próximos 13 juegos.

Una campaña larga, en efecto. Los Mets iniciaron con 0-5, a la vez que los Yankees arrancaron con 5-0. Desde entonces, los Yankees tienen marca de 9-6. Los Dodgers, a quienes los Mets (11-8) enfrentan este fin de semana en Dodger Stadium, han perdido dos partidos más que los Mets hasta ahora. Los Rangers, que ganaron la Serie Mundial, tienen foja de 11-10. Los D-backs, que ganaron el banderín de la Liga Nacional, tienen récord de 10-11. Y tras un inicio difícil bajo el mando del nuevo piloto venezolano Carlos Mendoza, quien mantuvo a su equipo unido, los Mets se encuentran ahora en el tercer lugar, a apenas medio juego de los Filis en el Este de la Liga Nacional.

¿Podría la historia cambiar de nuevo, y rápido, una vez que los Mets enfrenten a los Dodgers? Por supuesto. Pero si hay algo que hemos descubierto hasta ahora, es que los Mets, que fueron vapuleados más que nadie en la primera semana de abril, han sido lo suficientemente fuertes para levantarse. Mientras lo han hecho – incluso con una de sus estrellas, el puertorriqueño Francisco Lindor, bateando apenas .151 – han visto a un jugador tras otro no sólo levantarse, sino dar la cara.

La tarde del miércoles, cuando los Mets estaban en proceso de barrer a un equipo de los Piratas que había llegado al Citi Field con un récord de 11-5, Joey Wendle vino desde la banca para producir un doble a la banda contraria por el jardín izquierdo mientras los Mets armaban otro regreso.

“Parece que cada noche es algo diferente para este equipo”, dijo Wendle después del encuentro.

Y Taylor, a quien el nuevo jefe de operaciones de béisbol de los Mets, David Stearns, trajo consigo a Nueva York desde los Cerveceros para que fuera el cuarto jardinero para Mendoza, ha continuado siendo mucho más que eso durante el repunte de los Mets. Taylor, de 30 años, participó en 81 juegos por Milwaukee la campaña pasada y disparó 10 cuadrangulares. Ahora batea .341 por los Mets. La tarde del miércoles, conectó tres imparables más y produjo dos carreras más para ayudar a los Mets a ganar por 9-1.

“Veo a un buen bateador en el plato”, opinó Mendoza sobre Taylor.

Todo mundo opina eso de Taylor en estos días. Pero para los Mets, la nota más positiva del último partido de la serie contra los Piratas fue el desempeño del exlanzador de los Yankees, Luis Severino. El dominicano no sólo lanzo seis entradas por primera vez como miembro de los Mets, sino que tampoco cedió una carrera limpia y mejoró su efectividad a 2.14. En una temporada en que los relevistas de los Mets – una vez más encabezados por el cerrador puertorriqueño Edwin Díaz – a menudo se han echado el equipo al hombro, esta vez fue Severino quien lo hizo.

“Es importante para los abridores lanzar profundo en los partidos”, resaltó Mendoza después del juego. “Es importante que los abridores nos den algunas victorias, porque es una temporada bien larga y necesitamos proteger a los muchachos en el bullpen”.

La verdadera temporada larga fue el año pasado para los Mets, que llegaron al 2023 con las expectativas por las nubes (sin mencionar que tenían la nómina más alta en la historia de MLB) tras ganar 101 juegos en 2022. El equipo de Queens apenas pudo conseguir 75 triunfos y se vio obligado a canjear a Max Scherzer y a Justin Verlander y aparentemente a cada jugador excepto por Mr. Met en la Fecha Límite de Cambios.

Ahora Stearns está al mando y Mendoza en la cueva en lo que se esperaba fuera un nuevo comienzo, pero esta vez con expectativas más bajas. Luego, en la primera semana de la campaña, no podían sacar un solo triunfo. Barridos por los Cerveceros. A punto de ser barridos por los Tigres antes de que Alonso, todavía el motor de este equipo, comenzara verdaderamente a cambiar la historia con un gran swing de su bate.

El peor récord del béisbol tras una semana de acción. Uno de los mejores desde entonces. Incluso los Mets fueron a Atlanta y se llevaron dos de tres contra los Bravos. Ahora chocan con los Dodgers, y vienen tres más ante los Gigantes. El propietario del club, Steve Cohen, dijo que pensaba que los Mets iban a sorprender a mucha gente. Hasta ahora no han defraudado.