ORLANDO, Florida -- En las últimas semanas se ha hablado mucho de que los Yankees están operando bajo ciertas restricciones, alimentadas por el comentario público de Hal Steinbrenner de que sería “ideal” que el club redujera la nómina para la próxima temporada. Si existen tales límites, Brian Cashman insiste en que no se le ha entregado ninguno.
Cashman llegó el domingo al hotel Signia by Hilton Orlando diciendo que no se le han dado topes salariales firmes, recibiendo instrucciones de llevar cada potencial movimiento a los propietarios de la divisa. Se veía y sonaba como un gerente general que espera ser activo en las Reuniones Invernales de esta semana.
“Es esa época del año. Esperas encontrarte con algunas cosas”, dijo Cashman. “El año pasado, sé que pudimos hacer muchas cosas a partir de las Reuniones Invernales y más allá. No creo que haya una necesidad tan grande como la del año pasado, pero obviamente hay cosas que estoy tratando de hacer”.
Hace un año, Cashman tuvo que dar un giro cuando el dominicano Juan Soto eligió a los Mets en la primera noche de las Reuniones Invernales, una decisión que puso a los Bombarderos en camino para vestir a Max Fried, Cody Bellinger y Paul Goldschmidt con el clásico uniforme a rayas.
Una reunión con Bellinger sigue sobre la mesa; Cashman ha sido abierto sobre su interés, diciendo el domingo que mantiene contacto con el agente Scott Boras sobre Bellinger y otros. Si Bellinger no es el principal objetivo de los Yankees en la temporada muerta, ciertamente está cerca de la parte superior de su lista.
“Cody Bellinger encajaría de maravilla con nosotros”, insistió Cashman. “Creo que encajaría de maravilla con cualquiera. Es un jugador de mucho talento que puede jugar múltiples posiciones a un alto nivel, y le batea a los zurdos y a los derechos. Es un bateador de contacto, y creo que nuestro entorno fue ideal para él”.
La habilidad de Bellinger para batear contra derechos lo convierte en una pieza concebible para un roster que el gerente general reconoce que es, “sin duda alguna”, demasiado zurdo: Austin Wells, Ben Rice, Jazz Chisholm Jr., Ryan McMahon y Trent Grisham batean de ese lado, mientras que el ambidiestro dominicano Jasson Domínguez (bateador de .136 de por vida contra zurdos con un OPS de .530) no es tan bueno a la derecha.
“Reconozco que somos predominantemente zurdos en toda nuestra alineación”, confesó Cashman, “así que conseguir más opciones para nuestro manager sería algo grandioso para nosotros”.
Las especulaciones sobre Kyle Tucker (también zurdo) continúan, pero no parece haber mucho humo al respecto. A pesar de que Tucker reside en Tampa, Florida, el equipo no lo ha invitado a recorrer sus instalaciones, como hicieron recientemente los Azulejos en su complejo de Dunedin, Florida.
Por ahora, Domínguez es el favorito para ocupar el jardín izquierdo, y se espera que Spencer Jones presione durante el campamento.
“Tenemos expectativas muy altas con Domínguez y lo que aporta”, dijo Cashman. “Creo que hay mucho más por venir”.
Los Yankees creen que su roster – con el que ganaron 94 juegos – forma una base sólida, incluso tras ser eliminados en la Serie Divisional de la Liga Americana. Lideraron las Mayores en carreras (849) y jonrones (274), y Cashman volvió a menudo a la idea de que el núcleo es “parte de la solución en lugar de un problema”.
“En primer lugar, partamos de la premisa de que tenemos muy buenos jugadores en este roster”, recordó Cashman. “Estamos cubiertos en casi todas las áreas que se necesitan”.
El cuerpo de lanzadores abrirá la temporada corto, con Carlos Rodón (cirugía del codo izquierdo en octubre) proyectado para regresar entre abril y mayo, y Gerrit Cole (cirugía Tommy John en su codo derecho en marzo) apuntando hacia finales de mayo o junio. El bullpen también necesita ayuda tras perder a Devin Williams y Luke Weaver. Cashman dijo que nunca le hizo una oferta a Williams antes de que el relevista firmara un contrato de tres años y US$51 millones con los Mets.
Cashman también mencionó el concepto de “cambios retadores”, acuerdos en los que sale talento y entra talento; ofreció el canje de 2012 en el que los Yankees adquirieron al dominicano Michael Pineda por el venezolano Jesús Montero como ejemplo. Los Yankees los están explorando como una forma de reequilibrar el roster, aunque Cashman admitió que a menudo son difíciles de concretar porque le gustan los jugadores que ya están en el equipo.
“Nuestra división es la más difícil de las Grandes Ligas”, terminó Cashman. “Normalmente lo es: la bestia del Este. Sabemos que tenemos mucho trabajo por delante. También sabemos que tenemos un roster muy fuerte de jugadores de calidad y talento. Pero el trabajo es tratar de mejorarlo”.