PHOENIX -- Se suponía que los Diamondbacks de Arizona no iban a pelear por un título sino hasta el año próximo, cuando sus peloteros jóvenes alcanzaran un mayor grado de madurez y sus principales prospectos estuvieran listos para las Grandes Ligas.

El cronograma se aceleró. El equipo sorprendió al mundo del béisbol con una estadía prolongada en los playoffs.

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Pero el intento de Arizona por ganar la segunda Serie Mundial en su historia quedó frustrado el miércoles, con una derrota de 5-0 ante los Rangers de Texas en el quinto juego del Clásico de Otoño.

De cualquier modo, un gallardete de monarcas de la Liga Nacional parece un buen cimiento sobre el que los Diamondbacks pueden construir su futuro.

“Uno siempre quiere ser el último equipo que queda en pie, quiere estar en un tumulto que festeja y que todos le caigan encima. Es la mejor sensación del mundo”, dijo el manager de los Diamondbacks, Torey Lovullo. “algunos han estado aquí, vamos a seguir trepando esa montaña, una vez que lleguemos a la cima, queremos permanecer ahí durante mucho tiempo”.

Dos años después de sufrir 110 derrotas en una campaña, los Diamondbacks se sacudieron el marasmo en que estaban a la mitad de la temporada y se colaron en los playoffs por primera vez desde 2017.

Procedieron a eliminar a Milwaukee, los Dodgers de Los Ángeles y Filadelfia, para anclar en el Clásico de Otoño, una instancia a la que no habían llegado desde 2001, cuando conquistaron el título.

Pero los Rangers expusieron las debilidades de Arizona en la serie definitiva.