NUEVA YORK – Michael Kessler decidió a última hora abordar el tren que lo llevaría el martes al Yankee Stadium, con la esperanza de presenciar el jonrón número 60 de la temporada de Aaron Judge. Ciertamente, la decisión fue la correcta.

El estudiante de 20 años de City College of New York terminó con la histórica pelota en sus manos, en el emocionante triunfo de los Bombarderos por 9-8 sobre los Piratas.

“Fue una locura”, dijo Kessler. “Estábamos parados en la parte alta de las gradas cuando llegó el turno [de Judge]. Comenzamos a saltar porque sabíamos que sería un cuadrangular. La pelota golpeó la parte alta de las gradas y rebotó hacia nuestra sección. La agarré y la abracé con mi cuerpo”.

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Junto a tres compañeros de equipo de su universidad, Kessler – lanzador y patrullero de City College – accedió a cambiar la pelota por varios obsequios, incluyendo conocer en persona a Judge, cuatro bolas autografiadas y un bate firmado (no el utilizado por Judge para dar el bambinazo).

Se especuló que la pelota del jonrón 60 de Judge podría valer miles de dólares, pero Kessler afirma que nunca le pasó por la mente quedarse con ella o ponerla a la venta.

“Judge significa mucho para la organización, especialmente este año”, expresó Kessler. “Es impresionante. Sólo por cómo es él, merece tener la pelota de vuelta. No lo pensé dos veces”.

Mientras Kessler y sus amigos posaban con Judge para varias fotografías, los muchachos le pidieron una cosa más al cañonero: Que se quede con los Yankees más allá de esta temporada.

“Por favor renueva”, dijo Kessler con una sonrisa.