Cinco mega-cambios que al final no se concretaron

20 de julio de 2018

El mundo del béisbol siempre ha estado lleno de posibles cambios, algunos que tenían posibilidades de ser impactantes, pero que por alguna razón u otra nunca se concretaron.
Pensando en eso, ahora que estamos en plena temporada de transacciones, aquí les dejamos los cinco cambios más grandes de todos los tiempos que nunca vieron la luz.
1: Joe DiMaggio a los Medias Rojas por Ted Williams, 1947 o 1948
Es, por mucho, el más famoso y más intrigante de los cambios que nunca se dieron, y no sólo porque habría sido el más grandioso cambalache jugador-por-jugador en la historia del béisbol, sino porque tenía mucho sentido que ocurriese. Y por eso casi se da.
Ambos eran íconos locales, y a ambos les pudo haber ido mejor en otro parque. DiMaggio era un poderoso bateador derecho en el peor estadio de esa época para toleteros diestros (Yankee Stadium). Aunque Williams bateó muchísimo en el Fenway Park (.361), siempre dijo que lo afectó, y que no lo permitía jalar la bola hacia su banda. Seguro que le hubiese encantado la cercana cerca del Bronx por el jardín derecho.
Los detalles de la transacción fallida son famosos. La historia es más o menos así: Los duelos de los equipos, Dan Topping de los Yankees y Tom Yawkey de los Medias Rojas, fueron a tomarse un trago y terminaron hablando de cambiar a Williams por DiMaggio. Acabada la noche, el cambio estaba acordado, dice la leyenda. Ambas partes estaban felices. Iban a sacudir el universo del béisbol. Pero a Yawkey le dio miedo por la mañana, aunque los rumores afirman que de cualquier manera ofreció hacer el movimiento si los Yankees incluían a un joven jardinero y receptor.
Topping, sabemos ahora, no estuvo dispuesto a incluir a Yogi Berra.
2: Atanasio "Tany" Pérez de Cincinnati a Kansas City por George Brett, 1974-75
Antes de la temporada de 1975, el manager de los Rojos, Sparky Anderson, estaba en pánico porque no sabía quién iba a ser el tercera base de los Rojos. El futuro miembro del Salón de la Fama, el cubano "Tany" Pérez, había jugado algo de tercera, pero Sparky no le tenía fe y los Rojos empezaron a explorar cambios.
No está claro qué tan cerca estuvieron Rojos y Reales de cambiar a Pérez por George Brett, quien para esa época todavía era un joven talentoso, pero con espacio para mejorar. Sin embargo, periódicos de ambas ciudades informaron mucho al respecto, y se sabe que al final fue Kansas City que se echó para atrás. Las cosas terminaron saliéndoles bien a los Rojos, porque Pete Rose se ofreció a jugar en la antesala y Cincinnati ganó la Serie Mundial tanto en 1975 como 1976.
3: Barry Bonds de Pittsburgh a los Bravos por el dominicano Alejandro Peña, Keith Mitchell y un jugador a ser nombrado, 1992
John Schuerholz aún asegura que el cambio sí se concretó. Los Piratas sabían que no podían firmar a Bonds después de terminar la temporada de 1992 y querían conseguir algo a cambio. Pero a la mañana siguiente, el gerente general de Pittsburgh, Ted Simmons, se echó para atrás. En el mundo del béisbol, cuando un GG da su palabra en un cambio, se da por hecho. Pero, según recuerda Schuerholz, Simmons le explicó que Jim Leyland, el manager de los Piratas, se asustó, le pasó por encima y logró bombardear la transacción. Schuerholz se quejó, pero al final Bonds se quedó en Pittsburgh un año más, fue el JMV de la Nacional y luego se marchó a San Francisco.
4: El dominicano Pedro Martínez a Cleveland por el dominicano Bartolo Colón, Jaret Wright y un paquete de prospectos, 1997
La promesa que para entonces representaba Wright evitó que los Indios se quedaran con Pedro en sus mejores años. Una crueldad para un equipo que sigue esperando por su primer anillo desde 1948.
Para ser justos, Wright y Colón eran posiblemente dos de los mejores prospectos del béisbol para aquel momento. Pero Pedro ya era Pedro. Acababa de ganar su primer Cy Young con Montreal e iba a camino a convertirse en quizás el lanzador más dominante de todos los tiempos. Y con aquel lineup increíble que tenían los Indios, ustedes ya saben qué pudo haber pasado.
Pero John Hart, el GG de Cleveland, no quiso seguir adelante. Su problema era Wright. Era joven, con un futuro que lucía promisorio, y venía de lanzar muy bien en el Juego 7 de la Serie Mundial. Ciertamente lucía como una estrella.
Es una buena lección para ustedes los más jóvenes: No se enamoren de los prospectos de su equipo.
5: El dominicano de San Luis a Montreal por Steve Kline y Dustin Hermanson, 2000
Este cambio estaba listo, pero fue alterado por Tony La Russa, quien decidió salir del también dominicano Fernando Tatis en lugar de Pujols. Esto es algo extraordinario. Tatis era un buen jugador y un año antes había dado 34 jonrones, anotado 104 carreras y empujado 107. Pujols acababa de terminar su primera temporada en las menores y sin dudas había mostrado algo de promesa, pero al final del día había sido elegido en la 13ra ronda del draft y los scouts decían que tenía varias deficiencias.
La Russa decidió cambiar al veterano, pues no estaba del todo contento con la defensa de Tatis. Y la primera vez que vio a Pujols en el campo de entrenamiento del equipo grande, La Russa ya sabía que había tomado la decisión correcta. Empezó a hablar maravillas de Pujols y casi inmediatamente predijo que sería una estrella. Algunas veces, lo correcto es enamorarse de tus prospectos.