Con aguerridos turnos en el Juego 4, Houston pudo más que Boston

9 de octubre de 2017

BOSTON -- Después de ganar el Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Americana el lunes en el Fenway Park para eliminar a los Medias Rojas y pasar a la Serie de Campeonato de dicho circuito, los Astros celebraron con cerveza y champán. Más adelante, volvieron al terreno bostoniano para deslizarse y tirarse al lodo, en medio de las lluvias que caían. 
Pero apenas una hora antes, la seriedad con la que el equipo de Houston afrontó turnos cruciales, en adversas condiciones climáticas y ante un público hostil en un estadio de tanta tradición, fue digna de elogios.

Frente a los mejores dos lanzadores de Boston, el zurdo Chris Sale y el cerrador , los Astros remontaron para superar a los Patirrojos en su propio patio.
"Nadie quería conceder el juego", dijo el manager de los Astros, A.J. Hinch, tras la victoria de su equipo por 5-4. "Nuestros muchachos se mantuvieron ahí todo el tiempo". 
Perdiendo 3-2 y con Sale ya en su quinta entrada de labor, Houston enfrentaba el reto tanto del zurdo como el del lanzallamas Kimbrel, autor de 35 salvados, efectividad de 1.35 y 126 ponches en 69.0 innings en la temporada regular.

Sin embargo, se encargó de empatar el partido en el octavo con cuadrangular frente a Sale y realizó un épico turno ante Kimbrel que culminó en un sencillo que le dio la venta a Houston. Y en la novena entrada, el veterano puertorriqueño Carlos Beltrán entregó otro turno aguerrido frente a Kimbrel para conectar un doble productor que, al fin y al cabo, resultó ser la diferencia en el juego.
En total, los Astros le hicieron que Kimbrel hiciera 38 pitcheos para sacar tan sólo tres outs.
"Es un lanzador que tiene una poderosa recta y un buen slider. Yo, básicamente, estaba tratando de ser agresivo, pero ser agresivo en mi zona", comentó Beltrán sobre su batazo en el noveno que elevó su promedio de bateo de por vida en postemporada a .325, la segunda mejor en la historia entre los jugadores con al menos 200 turnos agotados. "Creo que el no haberle hecho swing a esos pitcheos altos me dio la oportunidad para ponerme en un conteo bueno y gracias a Dios, al final del día lograr el hit que nos dio esa carrera que tanto necesitábamos". 

Bregman, cuyos dos jonrones en la serie fueron precisamente frente a Sale, fue la bujía del remonte con vuelacercas del lunes que le dio nueva vida a los "siderales".
"Tenía toda la confianza del mundo de que íbamos a hallar la forma de batallar, como lo hemos hecho todo el año, y recuperar la ventaja", dijo Bregman. "Fui afortunado de ver un buen pitcheo para batear y ponerle un buen swing". 

Los primeros tres encuentros de esta serie fueron de un solo lado, con diferencias de al menos seis carreras cada uno. Pero el choque del lunes fue un duelo de muchas alternativas, en el que la concentración óptima en situaciones apremiantes fue la clave.
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"Obviamente, ellos tienen buen pitcheo y teníamos que poner buenos turnos juntos para poder ganar este juego", dijo el torpedero de los Astros, el boricua . "Al final fuimos capaces de hacer eso". 
En la serie, Houston tuvo promedio colectivo de .333, con porcentaje de embasarse de .408 y ocho jonrones, un ataque encabezado por el venezolano José Altuve (.533) y el cubano Yuli Gurriel (.529). Cuando más hizo falta el bateo oportuno y el turno batallado, los Astros supieron dar la cara para brindarle a la franquicia su primer pase a la ronda de campeonato de la postemporada desde el 2005.

"Los muchachos supieron responder y cada quien puso su granito de arena", dijo el utility de lujo de los Astros, el venezolano Marwin González. 
"Este grupo que tenemos aquí es muy especial", agregó Correa. "Sabemos que podemos alcanzar buenas cosas.