La entrega de los Premios Óscars ya pasaron, pero podríamos hacer una excepción y entregarle uno a Travis d'Arnaud, ¿no? El receptor de los Bravos hizo su mejor actuación cuando fue golpeado por un pitcheo en la octava entrada del juego del martes.

El utility de los Nacionales, Dee Strange-Gordon, estaba en la loma, en un juego que ganaban los Bravos por paliza. Lanzó un pitcheo a 52.1 mph directamente a la espalda de d'Arnaud. El careta de Atlanta, quien ciertamente ha recibido bolazos más fuertes en su posición, esperó el impacto y luego se dejó caer al terreno, al mejor estilo de un perro cuando se hace el muerto. Strange-Gordon se lamentó y d'Arnaud comenzó su camino hacia la primera, tras recibir probablemente el pelotazo más suave de su carrera.

“Cuando iba al plato pensaba: ‘Si me golpea, me voy a dejar caer”, dijo d'Arnaud. “Lo predije. Fue divertido”.

d'Arnaud compartió muchas risas a lo largo del juego. También fue víctima de un engaño por parte del infielder venezolano César Hernández. Luego de un mal disparo hacia la intermedia, Hernández hizo como si hubiese atrapado la bola y luego intentó tocar a d'Arnaud, quien no tenía ni idea que la pelota estaba por el bosque derecho.

Así que d'Arnaud vio las dos caras de la moneda. Fue víctima de un engaño, pero también protagonizó su propia actuación.