HOUSTON -- El mismo día en que Yuli Gurriel fue suspendido por cinco partidos a raíz de sus gestos inapropiados refiriéndose a Yu Darvish en el Juego 3 de la Serie Mundial, el cubano recibió una gran ovación en su primer turno al bate el sábado en el cuarto choque del Clásico de Otoño entre los Astros y los Dodgers.
El manager de Houston, A.J. Hinch, prevé una situación bien distinta para el primera base el martes, cuando los Astros y los Dodgers chocarán en el Juego 6 en Los Angeles ante la fanaticada del equipo azul.
"No necesito hablar de eso con él", dijo Hinch al tocar el tema el domingo. "Creo que todo el mundo está consciente de que va a ser un escenario difícil para él. No creo que puedas convencer a 55,000 fanáticos a darle vuelta a la página tan rápido como quizás lo han hecho los dos equipos. 
"(Una reacción hostil de parte de la fanaticada de los Dodgers) vendría del deseo de apoyar a sus propios jugadores y a su propia gente". 
Hinch volvió a defender la calidad humana de Gurriel, al mismo tiempo de reconocer lo mal hecho por su pupilo.
"Yuli tiene buen corazón", afirmó el capataz. "Cometió un error. Lo pagará, obviamente con la suspensión (a cumplirse en el 2018), pero también con la reacción en Los Angeles, que seguramente será agresiva".