Jaime García podría ser clave ahora en las aspiraciones de los Mellizos

26 de julio de 2017

Para entender por qué el cambio por el mexicano Jaime García tiene tanto sentido para los Mellizos, sólo hay que revisar la tabla de posiciones. Hay un puesto en la postemporada que se puede ganar. Y se está empezando a ganar.
Esta es una oportunidad que quizás el equipo no veía venir. Nadie la veía. Todos esperábamos que a estas alturas, ya Minnesota estuviera fuera de pelea. Los Mellizos eran muy jóvenes en algunas áreas y muy viejos en otras. A la rotación le faltaba profundidad. El bullpen se estaba armando sobre la marcha.
Pero aquí estamos, acercándonos al juego 100, y Minnesota es una de las mejores historias de la temporada. Con marca de 49-50 están a 4.0 juegos de los Indios en la División Central de la Liga Americana y a 3.0 de los Reales y los Rays en la lucha por el Comodín.
Insistimos: hay un boleto a la postemporada ahí, rogando que alguien lo reclame. Por eso es que los Mellizos adquirieron a García, quien será agente libre al finalizar la campaña, y al cátcher en un cambio con los Bravos el lunes por el lanzador dominicano de ligas menores, el dominicano Huáscar Ynoa.
García le dará a la rotación profundidad e innings. Ha lanzado al menos seis episodios en 14 de sus 18 aperturas. También tiene 10 salidas de calidad. Un solo abridor de Minnesota -el dominicano , con 13- tiene más.
Dos jóvenes -el puertorriqueño José Berríos y el dominicano Adalberto Mejía- han mejorado la rotación de los Mellizos después de Santana, incluso teniendo los altos y bajos que normalmente experimentan los novicios. Mejía tiene 2.56 de efectividad en sus últimas siete aperturas y Berríos había permitido tres carreras limpias o menos en 10 de 13 salidas, antes de ser apabullados por los Dodgers el martes.
Hay otra cosa buena de los Mellizos. El manager Paul Molitor tiene a la parte final de su bullpen bien alineada, con lanzando en el octavo inning antes del cerrador y convocado al último Juego de Estrellas, .
Los Mellizos también han sabido mantenerse en la lucha porque tienen una defensa grandiosa. Ganan juegos cerrados (11-5 en duelos decididos por una carrera) y también de visitantes (26-19).
El tercera base dominicano Miguel Ángel Sanó, de 24 años, se ha convertido en el pelotero que se suponía iba a ser. Sin acumula 23 jonrones y 68 empujadas. El jardinero central , de 23 años, exhibe por ratos algunas de las mejores herramientas del juego.
Otros tres regulares -el campocorto dominicano , el jardinero izquierdo boricua y el patrullero derecho Max Kepler- tienen 25 años o menos.
Hay una cosa graciosa que tienen los equipos jóvenes. Salen a jugar el Día Inaugural divirtiéndose y listos para ver cómo les irá contra los mejores equipos. En este caso, contra los Indios de Cleveland, los campeones defensores de la Liga Americana.
Eso es lo que han hecho, y poco a poco la confianza ha ido creciendo. No son un equipo perfecto, pero son inteligentes, cuentan con recursos y no se rinden. Todavía están esperando que el segunda base se encienda. Y podrían usar uno o dos brazos más en el bullpen que puedan darle la bola a Rogers y a Kintzler.
Pero en una división en la que cada equipo está tratando de arreglar sus propios problemas, los Mellizos podrían contar con lo suficiente. Eso es lo que se consigue sumando a García a la rotación. No importa que su efectividad sea de 4.30.
En sus últimas dos salidas, García lanzó bien ante D-backs y los Dodgers. Antes de eso, había hilado cuatro presentaciones malas. Pero en sus 12 anteriores, tuvo una sólida efectividad de 3.16 y promedió más de seis episodios por juego.
Sumar a García, simplemente, era un movimiento que tenía sentido para los Mellizos, especialmente en un mercado sin muchos abridores.
Las puertas como éstas que se le han abierto a Minnesota no se abren todas las temporadas. Para un equipo joven, un club en alza, jugar en la postemporada sería un paso gigantesco.
La temporada pasada, los Mellizos les entregaron su departamento de béisbol a dos de los ejecutivos más brillantes del juego: el presidente de béisbol Derek Falvey y el gerente general Thad Levine.
Ambos son inteligentes y cuidadosos de los detalles. Pero también están dispuestos a cambiar el curso a largo plazo para enfocarse en el presente. La adquisición de García es prueba de eso.