El lanzador nicaragüense de los Angelinos, JC Ramírez, quien recibió una inyección de células madres en agosto como parte del proceso para reparar un ligamento desgarrado en el codo derecho, lanzó su primera sesión del bullpen en el Angel Stadium.
Ramírez publicó una foto en Twitter de él lanzando en la lomita por primera vez desde que sufrió la lesión en el codo el verano pasado y efectuó 20 lanzamientos, según un informe del diario La Prensa de Nicaragua.

"No tiré a toda mi capacidad", le expresó Ramírez al diario La Prensa. "Era mi primera prueba del bullpen y lo que buscaba era volverme a familiarizar con mi mecánica y sentirme normal. Todo salió bien. Solamente tiré rectas. Voy a hacer como cuatro sesiones del bullpen en los que solamente voy a soltar rectas y poco a poco voy a meterle más velocidad. No puedo ser agresivo desde un inicio; esto va a ser progresivo".
Ramírez, de 29 años de edad, surgió como una de las sorpresas más agradables de los Angelinos en la temporada del 2017, registrando efectividad de 4.15 en 147.1 innings lanzados en su primera campaña como abridor en las Mayores, aunque pasó las últimas seis semanas de la temporada en la lista de lesionados.
Ramírez se ha sometido a varios revisiones médicas durante la temporada baja, y todas han sido favorables para el lanzador al mostrar que el área afectada de su ligamento continúa sanando, dándoles la esperanza a los Angelinos de que el nicaragüense podría terminar su proceso de rehabilitación sin necesidad de ser operado.
De Ramírez mantenerse en salud, podría ser parte del cuerpo de pitcheo de la novena de Mike Scioscia en la temporada 2018 como abridor o como relevista, ya que no tiene más opciones de liga menor.
A principios de enero, el oriundo de Managua y los Angelinos acordaron un contrato de un año y US$1.9 millón para evitar el arbitraje salarial.