José Altuve pide paso en la lucha por el liderato de bateo

19 de junio de 2017

José Altuve se fue en blanco por dos juegos consecutivos durante la semana recién concluida. Eso es toda una rareza. El camarero de los Astros de Houston no se había ido sin hits en dos encuentros seguidos en toda la temporada. Es una máquina de dar imparables. Lo habitual es verle sumar cohetes.
El pequeño gigante venezolano ratificó su fama en el último duelo de la serie contra los Rangers de Texas, después de aquellas dos noches sin fruto. Ese día disparó tres indiscutibles, subió su promedio a .320 y dejó un nuevo recordatorio de su incomparable habilidad con el madero.
Fue la ocasión número 111 en la que Altuve logró una cosecha de tres conexiones a tierra de nadie en el mismo cotejo. Desde que llegó a las Grandes Ligas, en 2011, nadie ha triplicado más veces que él.
es su más cercano perseguidor. Tiene 105 compromisos así y va a la zaga de su compatriota a pesar de sus cuatro títulos de bateo. Adrián González, con 89, y , con 87, vienen mucho más atrás, de acuerdo con el motor de búsqueda de Baseball Reference.
Es divertido explorar en las estadísticas cada vez que el intermedista consigue algo especial en el terreno.
El viernes, en su siguiente lance, largó dos hits más. Y de nuevo lo hizo el sábado. Y de nuevo el domingo. Llegó a 322 oportunidades con múltiples inatrapables en un choque. Únicamente Robinson Canó (348), Cabrera (341) e (327) acumulan más desde 2011, aunque todos con una ventaja: ellos disputaron completa aquella campaña, mientras que Altuve fue subido en julio y vio acción solamente en 57 topes.
Hay mucho más que un mero entretenimiento de estadísticas en lo que está haciendo este especialista de la ofensiva, nacido en Puerto Cabello hace 27 años y criado en Maracay. Porque está de regreso a su batalla predilecta. El 14 de mayo tenía .286 de promedio. Un mes después, ha escalado a .331, metiéndose de lleno en la pelea por el liderato de bateo de la Liga Americana.
El infielder defiende el título que logró en 2016. El año pasado bateó para .338, lo que le significó su segunda corona en tres zafras y la reafirmación de su consistencia en el plato.
Desde que obtuvo el trono por primera vez, en 2014, acumula .330 de promedio en más de 2.400 visitas al plato. El mejor después de eso es Cabrera, con .316, seguido por y , con .311 los dos.
El diminuto pistón de los Astros ahora ve factible conseguir su tercera diadema en un período de cuatro posibles, algo que le conduciría a logros notables.
No es común que un derecho repita un título de bateo en las Mayores, por más que entre Altuve y Cabrera se hayan llevado los últimos seis en la Liga Americana y aunque otros dos diestros, y Avisaíl García, estén en lo más alto por estos días.
Nomar Garciaparra fue el último antes de Cabrera en repetir su dominio en el joven circuito. Lo hizo entre 1999 y 2000. Y antes de Garciaparra, Bill Madlock lo hizo en la Nacional, entre 1975 y 1976.
Falta poco más de medio calendario para sacar cuentas definitivas. Es mucho tiempo. Pero el repunte de Altuve, que le puso entre los tres escalones más altos, en persecución de Judge y García, invita a poner en perspectiva lo que está al alcance del camarero de Houston.
Cabrera es el único bateador derecho que ha logrado tres o más cetros de bateo, consecutivos o no, en los últimos 34 años. Y sólo él, Madlock y el gran Roberto Clemente han sumado tres o más desde 1928 entre los toleteros de su mano, contando desde el último que obtuvo el legendario Rogers Hornsby, hace 90 campeonatos.
Honus Wagner, Nap Lajoie y Cap Anson lo hicieron antes de Hornsby, entre 1879 y 1911.
Son unos pocos nombres, integrantes todos del Salón de la Fama, menos Madlock y Cabrera, que aún no es elegible.
A eso apunta ahora el encendido Altuve.