Cinco historias a seguir, con Profar, Lugo y mucho más

5 de mayo de 2024

Siempre hay algo fascinante sucediendo en el mundo del béisbol… y siempre hay algo nuevo. Cada viernes por la mañana durante la temporada, mientras nos acercamos al fin de semana, inspirados por la excelente columna “10 Cosas que me gustan” de Zach Lowe sobre la NBA en ESPN, presentamos las Cinco Fascinaciones, cinco cosas divertidas que están pasando en el béisbol. También queremos hacer un reconocimiento al siempre excelente Ben Clemens en FanGraphs, otro pionero de un formato similar.

1) El más reciente resurgimiento de Jurickson Profar

Niños, vengan a sentarse alrededor del fuego, y dejen que el Tío Will les cuente sobre los años en los que Jurickson Profar era el mejor prospecto de todo el béisbol. Es cierto: En la cima de la lista de los 100 mejores prospectos de MLB Pipeline, justo antes de empezar la temporada 2013, estaba el entonces fenómeno de los Rangers de 20 años, por delante de luminarias como Zack Wheeler (Nro. 8), Gerrit Cole (Nro. 9), Christian Yelich (Nro. 13), el puertorriqueño Francisco Lindor (Nro. 14), Max Fried (Nro. 53) y Nolan Arenado (Nro. 62).

Por supuesto, a la edad de 31 años en este 2024, finalmente está teniendo el año que todos predijeron que tendría todas esas campañas atrás. Profar, en un equipo con Manny Machado, Xander Bogaerts y el dominicano Fernando Tatis Jr., ha sido el mejor jugador de los Padres, bateando .347, con un OBP de .435 (más de 100 puntos por encima de su OBP vitalicio) y jugando todos los días. Conectó 4 hits en 4 turnos en una victoria 6-2 sobre los Rojos el miércoles, después de lo cual su compañero de equipo Jake Cronenworth, quien conectó un grand slam en el juego, dijo: “Todo comenzó con él”. Hay algo poético en Profar, el hombre que muchos pensaron sería un Salón de la Fama, tomando el lugar del dominicano Juan Soto... y manteniendo la misma producción del ahora pelotero de los Yankees. Si en el 2012 alguien hubiese dicho que para 2024 Profar sería uno de los mejores beisbolistas de MLB, nadie se hubiese extrañado. Pero ahora sí.

2) Algunas señales de esperanza en Anaheim

Fueron, obviamente, unos días terribles para los Angelinos. Han perdido seis de sus últimos siete duelos, están en peligro de caer nuevamente al último lugar y, lo peor de todo, Mike Trout está lesionado nuevamente y probablemente esté fuera por semanas, si no meses. Esto es un desastre para los Angelinos (y para Trout), y es comprensible si los fanáticos del club han caído un poco en la desesperación. Pero ¿puedo darles algo de qué alegrarse, por insignificante que pueda parecer en comparación con la noticia sobre Trout? Aquí hay algo: Jo Adell puede haber llegado, finalmente.

El antiguo mejor prospecto de los Angelinos, un muchacho a quien Trout mencionó explícitamente cuando firmó su extensión en el 2019, ha tenido un comienzo de carrera tambaleante y frustrante, con prácticamente ninguna de sus supuestas fortalezas (su velocidad, defensa y potencial para desarrollar poder) funcionando en absoluto. Su velocidad no ha marcado diferencias: ha robado 13 bases de por vida y lo han atrapado nueve veces; su defensa es una aventura perpetua y ha bateado tan pobremente que los Angelinos no han podido ponerlo a jugar regularmente. Hace apenas unos meses, no estaba claro si tenía un lugar en Anaheim.

Sin embargo, cómo cambian las cosas. La defensiva y el corrido de bases todavía no están funcionando del todo bien: lo han atrapado robando cinco veces, lo que es más que ocho equipos enteros, pero al menos está golpeando la pelota con fuerza. Tiene un xwOBA que está entre los diez mejores, con ocho extrabases en solo 62 turnos al bate. Con Trout fuera de la alineación, los Angelinos no tienen motivo para no dejar que Adell siga jugando. De alguna manera, aún después de todos estos años, ni siquiera es elegible para el arbitraje todavía, lo que significa que lo tienen bajo control hasta al menos la temporada 2027. Nunca tendrá una mejor oportunidad que ahora. ¿Ves? ¡Buenas noticias, Anaheim!

3) Los Rays están empezando a sudar

El inicio apabullante de los Rays en el 2023 —llegaron a tener récords de 13-0 y 29-7— se siente muy lejano en este momento. Su arranque de 16-18 en el 2024 ha expuesto todo tipo de debilidades en esta novena de los Rays, particularmente en el bullpen, que está en el lugar 30 en efectividad en las Grandes Ligas. Eso es lo opuesto a lo que nos hemos acostumbrado de Tampa Bay, que siempre parecen encontrar a alguien, en algún lugar, para su cuerpo de relevistas.

Pero también es alarmante que los hombres que esperaban liderar su alineación hayan tenido tan mal comienzo. El cubano Yandy Díaz ganó el título de bateo de la Liga Americana el año pasado con un promedio de .330, pero ha caído hasta .227 este año, y solo tiene un jonrón. Díaz ha sido uno de los jugadores regulares menos productivos de todo el béisbol… pero ni siquiera es el menos productivo en su propia divisa. Ese sería su compatriota Randy Arozarena, el superhéroe de los playoffs que de alguna manera ha desaparecido este año. Arozarena está bateando .140, o básicamente lo que bateaban los pitchers, cuando los lanzadores tenían que batear.

Cuando se observa su bullpen y lo que se suponía que serían sus dos mejores bateadores, en realidad sorprende que los Rays no tengan peor récord que ese 16-18. La División Este de la L.A. no da margen para errores, algo que los Rays saben mejor que nadie. Su racha de cinco temporadas consecutivas llegando a postemporada ya está en serio peligro.

4) Jack Flaherty está de regreso. ¿O no?

Entiendo, por razones obvias y muy sensatas, que es difícil recordar muchas cosas que sucedieron justo antes de marzo del 2020, pero permíteme mostrarte exactamente lo bien que lanzó Jack Flaherty para los Cardenales en la segunda mitad del 2019:

Números de Flaherty, después del Juego de Estrellas del 2019
Aperturas: 15
Innings: 99.1
Récord: 7-2
EFE: 0.91
K/BB: 124/23

Aquello terminó con Flaherty quedando en el cuarto lugar en la votación del Cy Young de la Liga Nacional y parecía que los Cardenales tenían a su próximo as, siguiendo los pasos de Chris Carpenter, Adam Wainwright y Michael Wacha. Pero simplemente las cosas no salieron bien para Flaherty después de eso. Tuvo problemas durante la breve campaña 2020, lanzó mejor pero siguió sufriendo con las lesiones en el 2021 y tuvo aún más problemas físicos en el 2022. Los Cardenales finalmente tiraron la toalla en el 2023 después de 20 aperturas frustrantes —algunas fueron dominantes, pero en la mayoría se descarriló — y lo cambiaron a los Orioles, quienes esperaban un impulso en la rotación para el tramo final y en su lugar obtuvieron una efectividad de 6.75 en nueve juegos (siete aperturas).

Los Tigres le dieron a Flaherty US$14 millones por un año para intentar demostrar su valía —todavía tiene solo 28 años— y, como es habitual, los resultados han sido mixtos... pero aún tentadores. Se vió excelente en su apertura contra los Medias Blancas el 31 de marzo (6 IP, 1 CL, 7 K), pero en sus siguientes cinco juegos había sido en su mayoría un lanzador promedio hasta que, enfrentando a sus antiguos compañeros de los Cardenales el martes, fue el Flaherty de la segunda mitad de 2019, ponchando a 14 en 6.2 innings en blanco. Cuando Flaherty está bien, como lo estuvo el martes, su combinación de velocidad y un slider devastador puede hacerlo parecer imbateable. Pero el problema ha sido hacerlo más que una apertura a la vez. ¿Otra razón para ser escéptico? Sus dos grandes juegos este año han sido contra los Medias Blancas y los Cardenales... dos de las peores ofensivas de las Mayores hasta ahora.

5) Seth Lugo... ¿piedra angular de la rotación?

En los primeros días de Statcast, cuando todavía estábamos tratando de descifrar la velocidad de rotación de la pelota y qué significaba todo eso, Seth Lugo destacó como alguien que tenía una curva especial. Eso continuó a medida que pasaban los años. Pero como no lanzaba duro, Lugo generalmente se mantuvo en el bullpen, siendo ocasionalmente un hombre que podía abrir cuando era necesario. Ciertamente, no imaginabas que un tipo que lanzaba una pelota con ese tipo de rotación fuera duradero. Después de un intento de convertirlo en abridor al principio de su carrera con los Mets y algunas aperturas en el 2020, Lugo había sido exclusivamente un relevista, uno generalmente efectivo.

Fueron los Padres quienes le dieron la oportunidad de abrir el año pasado, e impuso un tope personal con 146.1 entradas con una efectividad de 3.57. ¡Nada mal! Pero de repente se ha convertido en Jack Morris en Kansas City este año. Amaneció el jueves liderando las Mayores con 45.0 actos trabajados, solo 1.1 menos de lo que lanzó durante todo el 2021 en el bullpen, y vaya, han sido unas entradas fantásticas. Tiene un récord de 5-1 en siete aperturas con una efectividad de 1.60, y ha enfrentado a 176 bateadores, más que todos los serpentineros de las Mayores excepto dos.

Existen razones para ser algo escépticos. Está ponchando a menos bateadores que nunca, está permitiendo menos rodados y más líneas; sus números se ven impulsados por el hecho de que solo le han dado tres jonrones, y uno tiene que pensar que vendrán más de esos. Pero incluso si la efectividad aumenta, aún está acumulando episodios. Eso es valioso para los Reales, y algo bastante sorprendente para alguien con el historial de Lugo.