Ken Williams habla de racismo y esperanza

16 de junio de 2020

CHICAGO – Durante una impactante entrevista de 34 minutos con White Sox TV, el vicepresidente ejecutivo del equipo de Chicago, Ken Williams, compartió una historia sobre una conversación reciente que sostuvo con un muy buen amigo, de raza blanca y un señor mayor.

La pregunta que le hizo el amigo a Williams fue la siguiente: “¿Cómo es ser negro?”

“Mi respuesta fue, ‘Es agotador’”, contó Williams en la entrevista dada a conocer por los White Sox. “En algunos momentos ha sido más agotador que otros. A veces, quieres darte por vencido y no ves ni esperanza ni visión de un mejor futuro”.

Williams, quien en el 2022 celebrará 40 años en el béisbol como jugador, escucha y ejecutivo ganador de una Serie Mundial, habló sobre cómo raza y el racismo han impactado su vida y su carrera. Esos comentarios incluyeron su perspectiva sobre la muerte de George Floyd a manos de la policía después de que fuera arrestado en Minneapolis, algo que describió Williams como ver “un asesinato justamente ante nuestros ojos”.

Las palabras de Williams fueron impactantes, llenas de esperanza pero con precaución honesta al mismo tiempo. Williams se convirtió en el primer gerente general afroamericano de los White Sox y el tercero en Grandes Ligas en octubre del 2000, siguiéndoles los pasos en ese sentido a Bill Lucas (Bravos, 1979) y Bob Watson (Astros, 1994-95, Yankees, 1996-97).

Del 2001 al 2003, Williams y Jerry Manuel formaron el primer dúo afroamericano de GG/manager en la historia de las Mayores. Cuando Williams fue ascendido a GG de Chicago en octubre del 2000, volvió a su casa y encontró un vulgar insulto racial escrito en una pared de su casa que decía que ningún afroamericano debería manejar a los White Sox, con la palabra “White” en mayúscula.

“Dolió. Dolió”, recordó Williams. “Llamé a mi padre y él ya no se encuentra con nosotros, pero él mi dijo que reuniera a mis hijos y les mostré lo que estaba escrito. Tuve que tener una conversación con ellos sobre qué significaba eso para ellos y tuve que quitarles un poco de su inocencia.

“Tienes que proteger a tus hijos. Tienes que procurar hacer y decir lo correcto, para que ellos no sean los próximos en una larga lista de víctimas”.

Las emociones se apoderaron brevemente de Williams al contar esa historia, antes de que el ejecutivo hablara de las cartas con mensajes de odio que recibió, al igual que el propietario de los White Sox, Jerry Reinsdorf, cuando el equipo trajo al venezolano Oswaldo Guillén como manager para la temporada del 2004.

“Nos reímos de algunos (de los mensajes)”, contó Williams. “Con otros, necesitábamos equipos de seguridad”.

Williams continúa conversando con sus hijos. Ken Jr., quien trabaja en asignaciones especiales para los White Sox, marchó en una protesta recientemente en Los Ángeles, cerca del Staples Center. Williams padre estuvo orgulloso de su hijo y preocupado al mismo tiempo. Pero mayormente estuvo orgulloso.

“Los jóvenes van a ser los que van a cambiar esto”, dijo Williams. “Son muchos los jóvenes que están luchando uno por el otro. Veo eso como una esperanza. La gente ha comentado sobre los saqueos de negocios y la violencia que han ocurrido como resultado de todo esto. No lo justifico para nadie. Creo que está mal. Pero no sé cuál será la expectativa cuando le quitas esperanza a la gente, cuando no tienen visión de una vida mejor, un mañana mejor…

“Esto no me ha sorprendido. Lo que sí me ha sorprendido (es la reacción de personas de diferentes orígenes). Tengo que decirle gracias a todas las personas de diferentes raíces que he visto en las calles diciendo Black Lives Matter.

“Ya había perdido la esperanza de ver avances sustanciales en esta área en mi vida”, agregó Williams. “La gente afroamericana no puede borrar sola el racismo, al igual que solamente los afroamericanos no pudieron haber resuelto solos el tema de la esclavitud. Me parece, y quizás estoy demasiado optimista, que la gente ya ha visto suficiente”.

La primera experiencia de Williams con el racismo fue cuando tenía unos nueve años, cuando su padre, Jerry, demandó la ciudad de San José, California, por el derecho de arriesgarse la vida como bombero. Hubo amenazas de muerte. El padre de Williams le dio una pistola calibre .22 cuando los dos estuvieron pescando y le enseñó cómo usarla para proteger a la familia cuando Jerry no estaba en casa.

“Ésa fue la primera vez que sentí que el color de mi piel mi hacía diferente, de alguna manera”, dijo Williams.

Sin embargo, Williams se crio en una familia progresista y dispuesta a incluir a todos. Su madre biológica fue de los primeros integrantes de las Panteras Negras en Oakland y su padrino es John Carlos, quien junto a Tommie Smith hizo la seña de solidaridad con el movimiento de Poder Negro en el podio tras ganar la medalla de bronce en los 200 metros (Smith ganó oro) en los Juegos Olímpicos de 1968 en la Ciudad de México. Afirma Williams que había personas de todo color, etnicidad, religión y orientación sexual en su casa cuando él era niño, similar a lo que ve en las protestas hoy en día.

“Me he preguntado varias veces qué pensaría mi padre”, dijo Williams. “Probablemente tendríamos conversaciones como las que he tenido internamente. ‘Espera, esto se ve diferente y se siente diferente. ¿Es esto el inicio de algo y cómo lo reconoceríamos’?

“¿Está bien tener verdadero optimismo con lo que vemos, o debemos tener cautela y va a desaparecer esto en el próximo par de semanas? He quedado impresionado. He quedado impresionado con la unidad que ha salido como resultado de ello”.