Los Mets, ¿expertos a la hora de robar bases? ¿Podrían hacerlo más?

1 de julio de 2023

Durante una reunión de rutina entre los bateadores de los Mets en el Citi Field esta semana, el patrullero Tommy Pham sugirió que el equipo podía hacer un mejor trabajo robando bases. El momento en que surge la idea puede parece un poco extraño, teniendo en cuenta que Nueva York fijo un récord de la franquicia con una seguidilla activa de 36 robos exitosos.

El punto de Pham se trata de que dado el éxito que han tenido, los Mets deberían estar saliendo al robo más seguido.

“Todo se trata de que no te saquen”, dijo Pham. “No quieres correr hacia el out. Se trata de la eficiencia del robo de base”.

Esa misma noche, Pete Alonso se estafó la 13ra almohadilla de su carrera. Sólo ha sido capturado una vez. Ése es el modelo que quiere reflejar Pham. Alonso está en el 397mo lugar de 473 jugadores calificados en velocidad en sprint, calculado por Statcast. (De hecho, los Mets no tienen a un solo jugador entre los 120 primeros en esa categoría). Sin embargo, lo meticuloso que es Alonso y su disposición para correr cuando los lanzadores le otorgan la posibilidad ha ayudado al equipo a anotar más carreras.

De esa manera, los Mets – durante años, un equipo sin mucha capacidad atlética y poco agresivo en las bases – se han convertido en uno de los conjuntos más eficientes de las Mayores a la hora de estafar almohadillas. Iniciaron la jornada del sábado en el 11er lugar en MLB con 60 robos, pero primeros en tasa de éxito con 89.71%. El año pasado, se robaron un total de 62 bases, con un promedio de 73.81%.

Claro, la eficiencia en los robos ha incrementado a lo largo del béisbol, gracias a las nuevas reglas que benefician a los corredores. Los jugadores afirman que el aumento del tamaño de las bases no ha hecho una diferencia tan grande como las limitaciones a los lanzadores, que sólo pueden hacer dos tiros a las bases. Esto les permite a los corredores ser más agresivos – tanto que el dirigente Buck Showalter ha conversado con sus receptores sobre no sentirse mal si no pueden atrapar a nadie.

Pero la existencia de las nuevas reglas no explica por qué los Mets han sido más exitosos que el resto.

Pham señala al coach de la inicial, Wayne Kirby, quien ofrece informes importantes de scouting antes y en el transcurso de los juegos. También está presente la influencia de Willie McGee, cuando fue coach de Pham en los Cardenales. En su momento, le dijo al patrullero que aprendiera a “reconocer sus momentos”; algo que Pham ha compartido con sus compañeros.

La idea es memorizar el tiempo de recorrido de la inicial a la antesala, que Pham registra una décima de segundo más lento que en sus mejores años. De esa manera, puede ser medido el tiempo que se tarda un lanzador en soltar la bola, el tiempo de los receptores en hacer el tiro a las bases y la distancia de la separación que pueden tomar. Si todos esos números se alinean, Pham tiene la confianza de poder mitigar los riesgos de ser capturado.

“Obviamente, cuando quieres poner todo eso a trabajar, necesitas mucha comunicación”, expresó el patrullero dominicano de los Mets, Starling Marte. “Terminas con los resultados que querías”.

Marte, un corredor élite en sus mejores años, lidera a los Mets con 21 estafadas. Ha sido capturado sólo tres veces. Pham y el puertorriqueño Francisco Lindor suman nueve robos cada uno, siendo retirados una vez.

La creencia convencional del béisbol sugiere que las bases robadas sólo valen la pena si la tasa de éxito de un jugador está entre el 75% y el 80%. El hecho de que la mayoría de los Mets supera esa marca indica que realmente hay espacio para ser aun más agresivos.