Orlando Calixte aporta energía y versatilidad a los Gigantes

1 de junio de 2017

SAN FRANCISCO - tiene un anillo de Serie Mundial que carga para arriba y para abajo, pero al conectar su primer imparable en las Grandes Ligas, dos años más tarde y con un equipo diferente a su original, el dominicano no se va a quedar con la pelota sino que se la va a regalar a su querida madre.
Calixte, de 25 años de edad y nativo de Santo Domingo, República Dominicana, es la nueva esperanza de los Gigantes de San Francisco para inyectarle un poquito más de vida a un equipo que va penúltimo en la Liga Nacional en bateo colectivo (.229) apenas por encima de los Padres de San Diego (.221).
Proveniente de los Reales de Kansas City, con los cuales se ganó un anillo de campeón por subir a la Gran Carpa en el 2015, Calixte llamó la atención del alto mando de los Gigantes desde la pretemporada y especialmente cuando sobresalía en la Triple 'A' con los River Cats de Sacramento.
"Destacaba en Sacramento y necesitábamos un impacto estimulante", reveló el dirigente de los Gigantes, Bruce Bochy. "Aporta energía bien alta y tiene pasión por la pelota. Cuenta con algo de poder y puede robar bases".
El hecho de que Calixte puede jugar en muchas posiciones tanto de los jardines como del cuadro, es una de las principales razones del porqué subió a los Gigantes a fines de mayo.
"Puede jugar más en tercera y en los jardines, pero se siente cómodo donde quiera que uno lo pone", describió Bochy del joven que inició su carrera como paracorto natural. "No titubearía en usarlo en el short stop si la situación lo determinase".
El debut de Calixte en la cima del béisbol fue impactante. En su primer turno del pasado martes pegó un sencillo y posteriormente dio un doblete remolocador de dos carreras. De paso, se convirtió en el primer pelotero de los Gigantes capaz de jugar en las tres posiciones del outfield desde Randy Winn en el 2009.
"No, éso no fue por diseño, sino por la forma como se desarrolló el juego", señaló Bochy. "Claro, uno valora contar con alguien que puede hacerlo y será algo de lo que él pueda hablar por mucho tiempo. Simplemente, quiere jugar, cuando sea y donde sea. Es un apasionado de lo que hace. Le dedica mucho a su juego".
El instructor de bateo de los Gigantes, Hensley "Bam Bam" Meulens, tiene la esperanza de que el nuevo proyecto de la novena de San Francisco brinde resultados.
"Lo de él es que puede jugar en varias posiciones", describió Meulens. "Es muy agresivo en el plato. Hace buenos contactos siempre. Ojalá pueda ser productivo y consistente".
Por su parte, Calixte reconoce que le sorprendió que lo hayan subido tan pronto en la temporada del 2017, pero estaba trabajando bien duro en la Triple 'A' a la espera de que se produjera el llamado a la Bahía.
"Me siento súper contento que me hayan dado la oportunidad y voy a tratar de dar lo mejor de mí para aprovecharla", precisó Calixte, que en sus dos primeros partidos en las Mayores fue alineado como jardinero izquierdo, debutando como primer bate.
Su velada original no fue ninguna perita en dulce, ya que le tocó defender las tres posiciones de uno de los jardines más difíciles, por los ángulos peculiares que tiene el hogar de los Gigantes entre los bosques central y derecho, y por la brisa que a veces le juega malas pasadas a los defensores.
"Me preparaba para esto desde los Entrenamientos de Primavera y lo primero que hicieron [los instructores en las Grandes Ligas] fue ayudarme y aconsejarme sobre cómo sopla el viento", analizó Calixte.
Jugar varias posiciones en el mismo partido no era algo nuevo para Calixte, un paracorto que fue convertido en utility por los Reales en el 2015.
"Me iba bien en la AAA, en una liga bien difícil", informó Calixte. "Creo que hice lo que ellos entienden estaba bien para que me dieran la oportunidad aquí. He comenzado juegos en las menores en el jardín central y me movía luego al campo corto y al jardín derecho".
Para el momento de ser subido, Calixte, firmado por los Gigantes como agente libre de las ligas menores el pasado 11 de noviembre, bateaba para .287, con ocho jonrones, 26 carreras impulsadas y 11 bases robadas.
"Los Reales pensaron que yo podría ser muy bueno como utility", recordó Calixte. "Parece difícil, hasta que uno lo trata de hacer. Pero después ya todo se hizo más fácil".
De su anillo como integrante de un equipo campeón de la Serie Mundial se siente bien orgulloso Calixte. "Yo lo tengo aquí, siempre ando con el, para donde quiera que vaya, es un regalo único", declaró el joven que en la pasada temporada invernal en su patria alineó con las Estrellas Orienales y luego lo hizo como refuerzo de las Aguilas Cibaeñas.
No se va a quedar, empero, con la pelota sobre la cual disparó su primer imparabe, un sencillo frente al zurdo de ascendencia cubana Gio González. Ya la tiene en un envase transparente, para dársela a su señora madre, Martha, que vendría próximamente desde Santo Domingo para verle jugar por primera vez en la pelota de los Estados Unidos.
Para entonces, espera haber hecho lo suficiente para quedarse por largo rato con los Gigantes, que por cierto pudieran aprovechar cierta fortaleza con el bate que le ha permitido conectar 63 jonrones en las ligas menores.
"Uno trabaja en el gimnasio para tener más fuerza", puntualizó Calixte de su poder ocasional. "Naturalmente, siempre trato de darle a la bola lo más duro que pueda y si corre, mejor todavía".