Paige con proezas de leyenda en el béisbol

17 de febrero de 2024

Este artículo se publicó originalmente en LasMayores.com en febrero del 2021

La historia de las Ligas Negras está llena de increíbles estrellas que, debido a la cruel discriminación de la época, nunca tuvieron la oportunidad de brillar tanto como hubiesen podido hacerlo.

El gran Satchel Paige ciertamente encaja en esa descripción, pero su indestructible brazo derecho y extrovertida personalidad lo ayudaron a salir de las fronteras de las Ligas Negras y hacerse un nombre dentro del mundo del béisbol, quizás más que cualquier otro beisbolista afroamericano antes de la llegada de Jackie Robinson. Blanco o negro, hubo una época en la que casi todos los fanáticos del juego conocían el nombre de Satchel Paige.

Es posible que nunca sepamos cuántos juegos ganó Paige, aunque algunos estiman que pasaron de 1,000. Jamás sabremos qué tan duro lanzaba, aunque muchos de los que lo vieron afirman que nadie – ni siquiera Walter Johnson ni Bob Feller – tiraban la pelota más duro. Y quizás jamás sepamos cuándo nació realmente. Pero todos esos misteriosos detalles alrededor del espigado y flaco derecho de Mobile, Alabama, jugaron un papel importante para agrandar todavía más su legado. El asombroso talento de Paige, tanto como lanzador como relatador de historias, lo convirtieron en un héroe popular durante el Siglo XX.

Aquí están algunos detalles claves que sí se conocen sobre Paige, la primera estrella de las Ligas Negras en ser exaltada al Salón de la Fama (1971).

• Paige recibió sus primeras lecciones de pitcheo mientras cumplía una sentencia de cinco años en una escuela reformatoria juvenil en Alabama. Sus instructores en la institución se dieron cuenta de que, por lo alto que era, Paige tenía el cuerpo ideal para generar fuerza desde el montículo. Además, desarrolló su famoso windup.

“Mi coach me enseñó a levantar el pie para que pareciera que estaba tapando el cielo”, escribiría Paige años después. “Y me mostró como darle vueltas al brazo para que pareciera que estaba soltando la pelota como si la mano estuviese sobre la cara del bateador”.

“Cambié cinco años de libertad por aprender a lanzar”, añadió Paige.

• La carrera de Paige en las Ligas Negras comenzó a finales de los años 20. Luego de brillar con los Birmingham Black Barons, Baltimore Black Sox, Cleveland Cubs y Homestead Grays, Paige escribió sus grandes momentos en las Ligas Negras vistiendo el uniforme de los Pittsburgh Crawfords y Kansas City Monarchs. Jugó con otros cuatro miembros del Salón de la Fama (Josh Gibson, Oscar Charleston, Judy Johnson y Cool Papa Bell) en Pittsburgh, y luego se recuperó de problemas en el brazo para ayudar a los Monarcas a ganar el banderín de Liga Negra Americana en 1940, 1941, 1942 y 1946.

• Las estadísticas oficiales de las Ligas Negras desafortunadamente están incompletas (y hay menos material disponible de los partidos y torneos de exhibición), pero Paige empezó a llevar sus propios registros a medida que comenzó a dominar a sus rivales. Si bien es imposible verificarlos (y Paige era conocido por ser su principal publicista en ocasiones), sus estimados son impresionantes: Más de 2,500 juegos lanzados, 2,000 victorias, alrededor de 250 blanqueadas, un récord de 22 ponches en una salida, 50 juegos sin hit ni carrera, una racha de 21 victorias, una cadena de 62 entradas en blanco, un día en el que ganó tres encuentros distintos y un año en el que apareció en más de 150 choques.

• Reiteramos, es imposible confirmar esas cuentas personales de Paige. Pero dos factores han ayudado a que sus increíbles números – verdaderos o falsos – pasaran de generación en generación. Primero, puede que haya sido el lanzador que trabajó más duro en la historia, tirando no sólo en las Ligas Negras, sino también aceptando ofertas para partidos de exhibición en todos lados, desde pequeños estadios de pueblos hasta contra jugadores de Grandes Ligas, en Estados Unidos, Canadá y el Caribe, por más de 40 años. Si había dinero y público, Paige casi siempre estaba dispuesto a tomar la bola.

Segundo, quiénes lo vieron lanzar afirman que su talento no era segundo de nadie. El famoso propietario Bill Veeck dijo que Paige lanzó cuatro de cinco pitcheos justo por encima de un cigarrillo cuando hizo una prueba con los Indios de Cleveland. Joe DiMaggio dijo que Paige era “el mejor y más rápido” serpentinero al que se enfrentó en su carrera.

“Bob Feller raras veces decía cosas especialmente generosas sobre gente que podía considerarse tan buena como él”, expresó el biógrafo Larry Tye. “El tipo de cosas que me dijo en una entrevista que pensaba iba a durar 10 minutos y terminó extendiéndose por dos horas, me hacen pensar que si Bob Feller cree que Paige quizás fue el más grande de todos los tiempos, ¿quién soy yo para no estar de acuerdo con él?”.

• Y ésas no son las únicas historias alrededor de la figura de Paige. Muchos dicen que a veces llamaba a sus infielders y les decía que se sentaran antes de ponchar a los tres bateadores del inning. Quizás su actuación más impresionante fue en el Juego 2 de la Serie Mundial de las Ligas Negras en 1942, cuando según cuenta la leyenda, Paige llenó las bases para poder enfrentarse con Josh Gibson, el gran toletero de las Ligas Negras, y poncharlo con tres rectas seguidas.

• Paige fue uno de los beisbolistas más famosos de los Estados Unidos, pero no recibió la oportunidad de lanzar en las Grandes Ligas hasta 1948, un año después de que Jackie Robinson rompiera la barrera del racismo. Paige firmó con los Indios de Veeck el 7 de julio, ya con 42 años, y tuvo récord de 6-1 en la segunda mitad de la temporada para ayudar a los Indios a ganar el banderín de la Liga Americana. Paige se convirtió en el primer afroamericano en lanzar en la Serie Mundial, entrando como relevista en el Juego 5, y la Tribu se tituló en seis juegos. Cleveland no ha ganado una Serie Mundial desde entonces.

• Paige luego siguió a Veeck a los Carmelitas de San Luis, siendo seleccionado al Juego de Estrellas en 1952 y 1953 a las edades de 45 y 46 años. A los 49, Paige firmó con la filial Triple-A de los Filis en Miami y tuvo tres campañas seguidas con al menos 10 victorias y efectividad mejor de 3.00.

El serpentinero tuvo una última oportunidad en las Mayores el 25 de septiembre de 1965, cuando a los 59 años de edad inició un juego por los Atléticos de Kansas City y tiró tres entradas en blanco contra los Medias Rojas de Boston. El miembro del Salón de la Fama, Carl Yastrzemski, fue el único jugador de los Medias Rojas en darle un hit a Paige, quien se sentaba a descansar en una mecedora cuando los Atléticos bateaban.

• La exaltación de Ted Williams al Salón de la Fama de Cooperstown el 25 de julio de 1966 fue famosa no sólo por todo lo que se dijo del célebre toletero, sino también por el apoyo de Williams para que los jugadores de las Ligas Negras entraran al Salón.

“Espero que algún día los nombres de Satchel Paige y Josh Gibson de alguna forma puedan ser incorporados”, dijo Williams, “como símbolos de las grandes jugadores de las Ligas Negras, que no están aquí sólo porque no se les dio la oportunidad”.

Williams vio cumplirse su deseo cinco años después, cuando Paige fue elegido al Salón.