Por qué Ezequiel Tovar estaría a punto de despegar en el 2024

21 de diciembre de 2023

La temporada del 2023 del campocorto venezolano de los Rockies estuvo a la altura de las expectativas. Sin embargo, por alguna razón, pasó por debajo del radar.

De acuerdo a varias categorías, Tovar tuvo una de las mejores campañas para un novato en la historia de Colorado.

- 37 dobles; empatado con Todd Helton (1998) por la marca del club.
- 153 juegos disputados; segundo por detrás de Troy Tulowitzki (155 en el 2007).
- 73 empujadas; la mayor cantidad en el equipo en el 2023 y cuarto entre los novatos de los Rockies, por detrás de Tulowitzki (99), Helton (97) y Garrett Atkins (89 en 2005).

Y así se ubicó ofensivamente entre los jugadores de primer año en la Liga Nacional:

- Empatado en el liderato de dobles
- Tercero en juegos disputados, carreras anotadas, empujadas, hits (147) y extrabases (56).
- Cuarto en triples (4)
- Octavo en jonrones (15)

Además, considerando que Tovar no cumplió 22 años sino hasta el 1ro de agosto, el oriundo de Maracay se convirtió en el primer novato en tener al menos 150 presentaciones en su temporada de 21 años desde el puertorriqueño Carlos Correa (2016).

Defensivamente, Tovar fue uno de los finalistas para el Premio Guante de Oro, luego de terminar en el segundo lugar entre los campocortos de la Liga Nacional en Carreras Salvadas a la Defensiva (13) y empatado en el segundo puesto entre los paracortos de primer año en Outs por Encima del Promedio (16).

A pesar de todo eso, Tovar no fue uno de los nueve jugadores que recibieron votos para el Novato del Año de la L.N. Además de ser finalista para el Guante de Oro, la temporada del venezolano pasó desapercibida.

Hay algunos motivos que se salen del control de Tovar. Uno de ellos fueron las 103 derrotas de Colorado. Adempas, unos Rockies en reconstrucción tuvieron a dos otros novatos sensación; Nolan Jones, quien terminó cuarto en la votación de Novato del Año, tras encenderse en la segunda mitad y terminar con promedios de .297/.389/.542 con 20 jonrones y 20 bases robadas, y el patrullero central Brenton Doyle, quien ganó un Guante de Oro.

Tovar, siendo el único novato en la alineación de los Rockies durante toda la temporada, bateó .214 en sus primeros 26 juegos. Pero gradualmente fue encontrando su swing e incluso mostró destellos de su poder, al punto que el manager Bud Black lo movió por todo el orden ofensivo – en momentos porque él era el jugador más productivo en medio de las irregularidades del club. Black también se maravilló por las proezas defensivas del maracayero.

La consistencia de Tovar pudo haber sido otro de los motivos del porqué pasó por debajo del radar. Pero gracias a esa misma característica podría convertirse en un líder de un equipo que dependerá de los jóvenes de aquí en adelante.

“No tuvo la atención nacional que otros jugadores recibieron”, expresó Black. “Tuvo un porcentaje de embasarse de .287 – eso tiene que mejorar. Pero creo que para él, en uno o dos años, con la atención merecida, será un chico del que se hablará como un gran jugador. Una futura estrella”.

El gerente general de Bill Schmidt añadió: “Sin duda que tiene la calidad. Mientras más juegue, más experiencia obtendrá y más confianza ganará. Seguirá creciendo”.

Los Rockies pasaron por problemas y se desprendieron de varios de sus veteranos -- especialmente en el bullpen y el lineup titular -- antes de la Fecha Límite de Cambios del 1ro de agosto. Casualmente cada uno de sus rivales en los últimos dos meses estaba en la lucha por un puesto en la postemporada. Ventajas desperdiciadas y dolorosas derrotas se acumularon -- pero Tovar tuvo un gran desempeño durante el punto más frustrante de su equipo.

En 54 partidos del 1ro de agosto hasta el final, Tovar tuvo una línea ofensiva de .248/.293/.393 con cinco vuelacercas, y se robó seis de sus 11 bases. No puso la bola en juego como algunos deseaban (60 ponches con cinco pasaportes negociados en los últimos dos meses), pero terminó el año demostrando un béisbol exitoso.

Tovar marchó con una actitud fija, y jamás dejó que la frustración se convirtiera en un rival innecesario.

“Nadie quiere perder”, declaró Tovar. “Odio perder. Debemos fijarnos en esa clase de derrotas, y ver los puntos positivos. Esa es la única manera de asimilar esas derrotas. Aprender de ellas y seguir creciendo”.

Esa calma le permitió a Tovar llegar a la temporada muerta con una tarea clave -- no darle a las rompientes fuera de la zona de strike y obligar a los lanzadores a retarlo con pitcheos sobre el plato. Siempre realizará swings con agresividad -- negoció apenas 25 boletos este año -- pero el reducir su tasa de swings fuera de la zona y darles a lanzamientos en la zona podría reducir también los 166 ponches que tuvo en el 2023.

“Todavía le doy a ese pitcheo, aunque sigo trabajando en eso en la jaula de bateo”, explicó Tovar al final de la campaña. “Trato de mejor, pero debemos reconocer también lo que hacen los lanzadores. Pero estoy aprendiendo a evitar cometer ese mismo error”.

Si sigue evolucionando, nadie cometerá el error de ignorar el impacto que causa Tovar.