Roberto Pérez llegó listo para todo en los Indios

12 de marzo de 2016

GOODYEAR, Arizona - El puertorriqueño Roberto Pérez estaba acostumbrado a levantarse tarde por la mañana durante el invierno. No usaba relojes con alarma. No tenía una rutina estructurada. El receptor trabajaba y se preparaba para la siguiente temporada, pero lo hacía a su propio ritmo.
Durante la pasada temporada muerta, la alarma del reloj de Pérez lo despertaba todos los días a las 5 de la mañana. Después de lo que vivió la campaña pasada, el cátcher sabía que algo tenía que cambiar.
A seis juegos de haber arrancado la temporada del 2015, Pérez aprendió qué tan rápido le puede cambiar la suerte a un pelotero joven en Grandes Ligas. El receptor titular de Cleveland, el brasileño Yan Gomes, sufrió una lesión en una rodilla el 11 de abril e inmediatamente Pérez se convirtió en el cátcher regular de los Indios. El oriundo de Mayagüez había soñado con esa clase de oportunidad, pero ahora reconoce que al principio fue un cambio abrumador.
"Me puse demasiada presión", lamentó Pérez. "Creo que cuando eres joven, tratas de impresionar a todos cuando recibes la oportunidad de jugar todos los días. Fue algo ajetreado, porque Yan se lastimó y luego fue así como...".
Pérez hizo una pausa y tronó sus dedos.
"Sentí como si todas las miradas estuvieran sobre mí", relató.
Pérez dijo que estaba haciendo todo lo posible para tratar de emular la producción ofensiva de Gomes, quien venía de adjudicarse el Bate de Plata el año anterior. Dicho esfuerzo sacó a Pérez de su zona de confort y lo entorpeció en la caja de bateo. Luego, cuando estaba en la receptoría, el juego pareció desarrollarse a un ritmo demasiado rápido para él al principio. De la noche a la mañana, Pérez tenía la tarea de dirigir un partido y ganarse la confianza de sus pitchers y coaches.
Era mucho para asimilar en tan poco tiempo para Pérez, quien empezaba su primera campaña completa como receptor sustituto en Grandes Ligas. Mientras Gomes estuvo fuera de acción del 12 de abril al 23 de mayo, Pérez bateó para .160 en 29 juegos. El piloto Terry Francona no aguantó más y llamó al receptor a su oficina para pedirle que dejara de tratar de "reemplazar" a Gomes.
"Tito me dijo, 'Hey, sé tú mismo. Simplemente juega al béisbol. Diviértete'", recordó Pérez. "Eso me ayudó bastante. Después de eso, logré asentarme y se convirtió en una temporada normal para mí".
En sentido general, Pérez bateó para .228 con siete vuelacercas, 21 carreras empujadas y porcentaje e embasarse más slugging (OPS) de .751 en 70 compromisos el año pasado. Entre los cátchers con al menos 40 intentos de robo en contra, Pérez ocupó el primer lugar con el 39% de los corredores retirados. El boricua también ayudó a los lanzadores de Cleveland a registrar efectividad de 3.71 cuando él estuvo detrás del plato. Pérez tuvo OPS de .841 contra los serpentineros zurdos y de .806 después del regreso de Gomes.
"Puedes hablar con los muchachos", expresó Francona, "pero hasta que lo viven en carne propia, el juego va muy rápido, especialmente para un joven receptor. En un juego de Grandes Ligas tienes muchas responsabilidades. ... hay muchas cosas pasando al mismo tiempo que pueden abrumarte. Y creo que eso fue lo que le pasó a Berto por un tiempo. Pero el muchacho pudo asentarse y el ritmo de las cosas bajó un poco".
Pérez sabía que no podía darse el lujo de ser tomado desprevenido una vez más este año.
Durante el invierno, tras platicarlo con su familia y su representante, Pérez decidió mudarse de Mayagüez a San Juan en Puerto Rico. El receptor contrató al mismo entrenador personal que utilizó su compatriota (y cátcher titular de los Cardenales) Yadier Molina y trabajó bajo su tutela durante toda la temporada muerta. Entrenaba cinco días a la semana con sesiones dobles tres veces por semana.
"El primer día, él me dijo, 'Hey, tu viniste aquí para trabajar", recordó Pérez. "Corrí bastante".
Pérez finalmente tenía una rutina definida. Y para cuando se reportó a Arizona para los entrenamientos primaverales, el receptor había perdido 20 libras de peso.
Esta pretemporada, Pérez se siente más preparado para cada situación.
"Siempre juego como si fuera titular", destacó. "Sé que aquí tenemos a Yan. Es un gran muchacho, un gran compañero y un gran receptor. Pero yo llegué aquí en gran estado físico. El año pasado fue un proceso de aprendizaje para mí. ... sólo deseo ayudar al equipo de la manera que pueda. Cualquier cosa que ellos me pidan que haga, estaré listo".