Hace cuatro meses, le dimos una mirada al imponente lineup que habían armado los Yankees, notando que habían sumado al vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Giancarlo Stanton, a un grupo que ya había encabezado las Mayores en jonrones en el 2017. La pregunta era obvia: ¿Serían capaces de romper el récord de 264 jonrones en una temporada que implantaron los Marineros en 1997?
En ese momento, los Yankees todavía no habían adquirido a Neil Walker ni a Brandon Drury, y todavía tenían huecos importantes en la segunda y la tercera bases. Sin embargo, las proyecciones indicaban que tenían una posibilidad cierta de romper el registro.
El encuentro 54 de la temporada, la cifra que marca exactamente el primer tercio de la campaña, será el próximo de los Yankees. Eso significa que es hora de revisar cómo les ha ido a los muchachos de Aaron Boone en eso de sacar la pelota del parque.

Entonces, ¿estarán celebrando cuando termine la campaña una nueva marca de jonrones? Sí, es posible. Pero no es tan sencillo.
Por un lado, sí, llevan ritmo para quebrar la marca.
Los Yankees han bateado 87 vuelacercas, la mayor cantidad de Grandes Ligas, en sus primeros 53 juegos. Eso les da un promedio de 1.64 por juego, lo que en una temporada de 162 compromisos serían 266. A pesar de la inconsistencia mostrada por Stanton, el dominicano Gary Sánchez y Didi Gregorius, los Bombarderos del Bronx han sido impulsados por otro gran año de Aaron Judge y el poder inesperado del segunda base y novato venezolano, Gleyber Torres.
Si mantiene el mismo ritmo, Judge terminará con 46 jonrones y los Yankees quebrarían la marca de Seattle por un par de bambinazos. Así, el equipo con más poder del momento inscribiría sus nombres en los libros de récords. Como muchos esperaban.
El único problema con eso es que el término "con ritmo de" siempre puede ser engañoso, pues presume que lo que ha pasado hasta ahora se repetirá exactamente en lo que queda de campaña. Justin Verlander lleva ritmo para terminar con 1.11 de efectividad y todos sabemos que eso no va a pasar. Mookie Betts tampoco va a terminar con .750 de slugging.

En cuanto a los Yankees, los problemas específicos con eso de "llevan ritmo de" son claros. Si Torres mantiene este mismo paso en una temporada de 700 visitas al plato, dará 50 jonrones. Greg Bird, de quien se esperaba fuese un gran contribuyente en estos años antes de que las lesiones volviesen a atacarlo, tiene sólo 17 visitas al plato y un jonrón. Pero todos sabemos que va a jugar mucho -salvo otra lesión- de ahora en adelante. El punto es que los dos tercios de temporada que les quedan a los Yankees podrían parecerse poco al primero.
Entonces, ¿cómo hacemos para tomar eso en cuenta?
Hay que ver qué dicen los sistemas estadísticos de proyecciones, como Steamer y ZiPS, los más respetados entre los que están disponibles para todo el mundo. No, las proyecciones no son ventanas perfectas que nos permitan ver el futuro, pero son mejores que simplemente analizar los primeros dos meses de la temporada de un jugador y esperar que pase lo mismo de forma indefinida. Si hubiésemos hecho eso a finales de mayo, habríamos tenido que creer que Gregorius iba a tener un año estilo Babe Ruth. Y ya sabemos lo que pasó.
La buena noticia para los Yankees y sus seguidores es que si tomamos esas proyecciones y las sumamos al tiempo estimado de juego que le da FanGraphs a cada jugador para el resto de la temporada, Nueva York terminaría con… 268 jonrones.
A pesar de todas nuestras advertencias sobre el término "ritmo", las proyecciones nos dan casi el mismo número, ligeramente por arriba de los Marineros del 97.

La proyección de Stanton, por ejemplo, es de 34 jonrones según ZiPS en lo que queda de temporada, mientras que para Judge se proyectan 29. La primera reacción podría ser de extrañeza al ver que se espera que Stanton dé más jonrones en lo que queda de campaña, pero en realidad eso es más producto de dejarnos llevar por lo que hemos visto hasta ahora con su arranque disparejo. La proyección le da más jonrones a Stanton porque tiene más años dando cañonazos, pero también porque hace apenas unos meses tuvo un año de más poder que el de Judge. Recuerden, en la segunda mitad del 2017, Stanton sacó 33 pelotas, por 22 de Judge. No es difícil pensar que algo así pase nuevamente.
En el caso de Bird, la proyección es de 11 jonrones más, pero sólo en 283 turnos, mucho menos de los más de 400 que agotarían otros como Judge y Gregorius. Si está sano, Bird agotará más de 283 turnos, pero también es normal no darle el beneficio de la duda cuando de salud de se trata. Ha estado en los Yankees desde el 2015, y este fin de semana será cuando finalmente llegue a 100 juegos.
Como bien podrían esperar, la mayoría de los titulares tiene una proyección para terminar con más del doble de la cantidad de jonrones que tienen hasta ahora. Como ya recordamos, faltan dos tercios de temporada y estos Yankees ya han dado 87 jonrones. Eso les puede dar una idea de hacia dónde vamos. Faltan muchos jonrones por darse, especialmente ahora que el Noreste de los Estados Unidos finalmente está superando una primavera muy fría y el calor está aumentando.
Obviamente, las proyecciones son sólo eso: El mejor cálculo posible de lo que podría pasar en el futuro basándonos en lo que sabemos hasta ahora. Sabemos que los Yankees están llenos de talentosos bateadores, pero no podemos saber todo lo que va a pasar. No sabemos quién se va a lesionar o entrar en un bajón inesperado, quién va a salir en un cambio o a llegar en otro. Todos estos cálculos podrían cambiar mucho si, digamos, Manny Machado toma el puesto del dominicano Miguel Andújar en julio.
Lo que sí sabíamos cuando comenzó la temporada, sin embargo, es que los Yankees tenían tremendas posibilidades de poner en jaque el récord de jonrones de todos los tiempos. Basados en lo que hemos visto hasta ahora, lo siguen teniendo. Y si volvemos a revisar en agosto, probablemente ése seguiría siendo el caso. Nueva York cuenta con demasiados jonroneros para que no sea así.