No cambias a un jugador como Giancarlo Stanton. No lo haces, simplemente. Ni siquiera lo consideras. Entonces, ésa es una opción que los Marlins de Miami deberían descartar de plano, sin importar quién sea el dueño de la franquicia.
En lugar de eso, haces exactamente lo contrario. Construyes el equipo alrededor de él. Alrededor de su talento. De su personalidad y su presencia. Armas el club a partir de la credibilidad que ha acumulado Stanton durante sus ocho temporadas en el sur de la Florida.
Vas y les dices a tus fanáticos que Stanton representa todo lo que los Marlins quisieran ser en los años venideros. Si Derek Jeter de verdad es parte del grupo que ha acordado comprar los Marlins, como se espera, su trayectoria en el juego nos hace pensar que entenderá este punto. Para él, sería algo muy sencillo de comprender.
Muchas estrellas tienden a ver el mundo a través de los mismos lentes. Reconocen la grandeza en otros y entienden lo difícil que es alcanzarla y mantenerla. Además, comprenden lo importante que es tener a alguien tan dinámico y talentoso en un equipo de pelota.
Los Marlins tienen trabajo por delante en cuanto a construir un equipo de béisbol competitivo y energizar nuevamente a su base de fanáticos, hacer que se interesen en esta nueva era del equipo. Hay dos áreas para comenzar.
Primero, el Marlins Park es uno de los estadios más bonitos en las Grandes Ligas para ver un juego. Segundo, tienen a Stanton, uno de los mejores peloteros del mundo, alguien que sin duda sabe cómo entretener a la gente.
Stanton nos está recordando eso últimamente. El martes pegó su 44to cuadrangular de la temporada, ha dado 18 desde el Juego de Estrellas y tiene posibilidades legítimas de convertirse en el sexto jugador de la historia en dar 60 jonrones en una temporada. Está en una de esas rachas en las que hace ver fácil al deporte más complicado del planeta. 
Tres de los 44 jonrones de Stanton han sido contra ex ganadores del Cy Young: el venezolano Félix Hernández, R.A. Dickey y Max Scherzer. El del martes fue ante un JMV de la Serie Mundial, Madison Bumgarner.
Sí, todavía hay un montón de dinero restante en el contrato de Stanton (10 años y US$295 millones, a menos que él decida salirse del acuerdo después del 2020). Pero ese dinero debería ser visto en términos de su valor global para la franquicia.
Ese contrato también debería mirarse como una inversión en credibilidad, mercadeo y competitividad. Además, no hay un valor justo en el mercado para un pelotero así de bueno. ¿Cómo se podrían empezar las negociaciones? ¿Preguntando por cuatro prospectos? ¿Por cinco? ¿Seis?
No hay un paquete de promesas que pudiera ofrecer lo mismo que Stanton lleva al plato actualmente. El cañonero tiene algo más que talento. Tiene un buen nombre. Es el pelotero que muchos niños en el sur de la Florida quisiesen ser.
Los Marlins querrán que sus fanáticos sepan que no habrá más rosters destruidos. Al contrario, habrá decisiones basadas en qué es lo mejor para armar un equipo ganador.
De lo primero que Jeter y su grupo deberían hacer es sentarse con Stanton y decirle exactamente cómo funcionarán las cosas. Que esto es un nuevo amanecer. Que él será un socio, además de jugador.
Jeter jugó de cierta manera. Se detenía en cada detalle. Su preparación era ejemplar. Nos imaginamos que dirigirá a los Marlins de la misma forma como presidente ejecutivo (el cargo que tendrá si se completa la venta, de acuerdo con los informes de prensa). Seguramente querrá demostrar que la segunda mitad de su vida puede ser tan exitosa como la primera.
Se dice que los Gigantes son uno de los equipos que esperan conversar con los Marlins sobre la disponibilidad de Stanton. También encajaría bien en los Cardenales, y probablemente en otros clubes.
Pero no nos detengamos en eso ahora. Mejor disfrutemos de lo que está haciendo Stanton. Cada uno de sus turnos se ha convertido en algo que no queremos perdernos, esa lucha constante de los pitchers para ver si pueden encontrar la forma de neutralizar su combinación de poder y swing rápido.
No hay nada mejor que ver a un tremendo pelotero jugando en su mejor momento y haciendo cosas que no se pueden describir con palabras. Es ahí donde está hoy en día Giancarlo Stanton.