ATLANTA -- Después de reunirse el viernes con Ronald Acuña Jr. antes del Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional, el manager de los Bravos, Brian Snitker, dijo que seguirá haciendo lo necesario para apoyar y guiar a la superestrella venezolana, que impresiona con su tremendo talento y ocasionalmente causa frustración con sus errores juveniles.

“Fue una buena conversación”, dijo Snitker. “No es la primera vez, obviamente. Y lo que básicamente dije, pienso, sin expandirme mucho, es que no voy a abandonar a este muchacho. Me explico, voy a hacer lo que sea necesario para ayudarlo. Y entender las responsabilidades que todos tenemos”.

No hay nada literal con respecto a la posibilidad de entregarse con Acuña. El joven outfielder es probablemente el próximo Mike Trout y los Bravos deberían esperar contar con él más allá incluso de cuando expire su contrato de 10 años.

Al contrario, Snitker simplemente estaba hablando de la frustración que él y otros miembros de la organización de los Bravos sintieron cuando Acuña se quedó viendo su elevado de 335 pies que pegó contra la pared del jardín derecho y terminó siendo un sencillo en la parte baja del séptimo inning del Juego 1 el jueves.

No fue la primera vez que algo así ocurría. El 18 de agosto Acuña fue sacado de un juego contra los Dodgers por quedare viendo otro elevado que chocó contra la cerca. Y ese tampoco fue el primer episodio.

“Yo creo que algo que uno puede controlar en este juego es esforzarte, jugar de esa forma”, dijo Snitker. “Esas son partes que uno puede controlar de este juego”.

Después de ver como Luke Jackson y Mark Melancon se combinaron para permitir seis carreras en 1.2 innings en el octavo y el noveno, nadie en el cluhouse de los Bravos estaba achacándole la derrota a Acuña, que hizo una impresionante atrapada en el segundo inning y luego pegó un jonrón de 455 pies en el 9no para acercar a los suyo en un intento de remontada que se quedó corto.

Tampoco había garantías de que hubiese anotado en el 7mo de haber llegado a segunda.

Pero no es la primera vez que algo así ha pasado, y si sigue sucediendo, llegará un momento en el que le podría costar un juego a los Bravos.

“Eso lo que demuestra es que cada carrera cuenta”, dijo Harrison Bader, jardinero de los Cardenales. “Cada jugada es importante. Dicho eso, no es por quererle presión a nadie, pero es la realidad de la situación. Hay que jugar pelota de la forma correcta. Eso es todo lo que tengo que decir”.

Snitker también dijo que le molestó un poco que Acuña se quedara admirando su jonrón de 455 pies en el 9no. Pero realmente, a los Bravos no debería molestarles el hecho de que su joven superestrella tenga la capacidad para elevar el espectáculo mostrando su personalidad. El problema es que con frecuencia se ha expuesto la vergüenza de quedarse viendo sencillos que dan contra la pared.

“Es una lástima que yo y sus compañeros tengamos que estar hablando de esto”, terminó Snitker. “No deberíamos estar hablando de esto. Fue una gran remontada. Él tuvo tremendo juego. Deberíamos estar hablando de eso, no de este tema”.