A lo largo de una temporada que lo ha desafiado en casi todos los aspectos imaginables, el receptor de los Cardenales, el venezolano Willson Contreras, ha conversado muchas veces con su mentor y compatriota, Víctor Martínez. También ha hablado con el puertorriqueño Yadier Molina, nueve veces ganador del Guante de Oro. Y se ha reunido en varias ocasiones con el presidente de operaciones de béisbol del equipo John Mozeliak, el mánager Oliver Mármol, el coach de pitcheo Dusty Blake y varios titulares del club.

Sin embargo, la conversación más importante que Contreras ha tenido fue consigo mismo hace un mes.

“Me dije a mí mismo: ‘Para algo te firmaron’”, expresó Contreras sobre esa “charla” personal. “‘Ya hiciste algo bueno, así que no intentes hacer más de lo que puedas’”.

Contreras ha necesitado recordatorios como ése en una campaña en que ha estado muy por debajo de las expectativas, tanto para él como para los Cardenales. El receptor aprovechó la oportunidad de firmar un contrato de agente libre por US$87.5 millones con San Luis por todo el dinero que eso representaba, pero también porque anhelaba formar parte de una organización con una historia de éxitos.

Ni en sus sueños más absurdos podría Contreras imaginar lo que vendría después. Los Cardenales no sólo tuvieron un inicio decepcionante, sino que también le quitaron sus funciones de receptor titular cuando los lanzadores e instructores cuestionaron sus métodos detrás del plato, métodos que obviamente diferían de los utilizados por Molina, la leyenda a la que Contreras debía reemplazar.

Esa presión llevó al recién llegado a presionarse aún más en el plato, con la esperanza de apaciguar de alguna manera a sus compañeros de equipo y a la afición de los Cardenales.

“A veces, cuando eres nuevo en un equipo, intentas hacer más de lo que puedes”, reconoció el carete. “Pensé demasiado a principios de año. Desde julio, he dejado que las cosas sucedan. Voy a batear, porque sé que soy un buen bateador. Soy un buen receptor; puedo sacar a la gente, puedo bloquear la pelota. Son cosas en las que me he centrado mucho. Ha sido mucho mejor que antes".

El contraste ha sido de la tierra al cielo para Contreras, quien bateó sólo .158 en mayo y .221 en junio, antes de cobrar vida cuando los Cardenales se enfrentaron a su antiguo equipo, los Cachorros, en Londres. En julio, no sólo bateó .429, puso un slugging de .735 y tuvo un ridículo OPS de 1.282, sino que también estuvo en base (35 hits, boletos y pelotazos combinados) más de las veces que fue ponchado (34). Contreras batea .313 en agosto y conectó otro sencillo el domingo, mientras San Luis intentaba remontar en una decepcionante derrota por 1-0 ante los Rockies.

Por último, los números ofensivos de Contreras esta campaña vuelven a estar en línea con las marcas de su carrera.

Promedio de bateo

Esta temporada: .252
De por vida: .256

OPS

Esta temporada: .772
De por vida: .802

OPS+

Esta temporada: 111
De por vida: 114

Eso ha sucedido porque Contreras ha capeado el temporal de principios de año y ha vuelto a hablar por sí mismo.

“Durante los primeros dos meses, se me vinieron encima muchas cosas”, recordó Contreras. “Le daba demasiadas vueltas a las cosas. ¿Qué puedo hacer mejor para ayudar al equipo? ¿Qué puedo hacer mejor para ayudar al staff de pitcheo o a los abridores?

“Cuando llegas a un equipo nuevo y firmas un contrato tan grande, tienes un peso sobre los hombros y tratas de hacer mucho más de lo que puedes hacer. Ése fue el error que cometí”, manifestó Contreras. “Ahora me siento como en casa, como en una familia, y me llevo mucho mejor con todos los jugadores y coaches. Éste es el primer año de cinco [en su contrato] y espero que vayamos a la Serie Mundial muy pronto".