Willson tuvo una jornada inolvidable con sus padres presentes

30 de agosto de 2023

SAN LUIS -- fue parte del histórico equipo de los Cachorros que conquistó la Serie Mundial del 2016 y ha sido titular en tres Juegos de Estrellas. Pero hasta esos impresionantes logros no generan las emociones ni el orgullo que sintió el venezolano el martes en la victoria de sus Cardenales sobre los Padres en el Busch Stadium.

Por primera vez desde que se integró al equipo de San Luis en diciembre, Contreras jugó con sus padres, William y Olga Contreras, en las gradas.

Ver como niño a sus padres trabajar en Puerto Cabello -- su papá como chofer en la compañía de su tío y su mamá en la limpieza de un colegio -- le enseño al receptor de 31 años bastante sobre la perseverancia. Esa cualidad ha sido de gran ayuda en una primera temporada con los Cardenales que no ha salido como Contreras anticipaba cuando llegó con las esperanzas de ser otra pieza en el éxito del equipo.

Sus padres definitivamente fueron algo de inspiración para que Contreras pegara dos cuadrangulares el martes, incluyendo un batazo de dos vueltas para empatar el partido en el octavo episodio y que tuvo una trayectoria de 427 pies.

Tras pisar el plato en sus dos jonrones, Contreras dirigió su mirada hacia el público y señaló a sus padres, a los que dijo que les debía todo.

“Comenzamos sin nada y ahora estamos aquí; eso es lo que me ha mantenido agradecido de poder jugar béisbol”, declaró Contreras después del 14to partido con múltiples bambinazos en su carrera y su tercero de esta campaña. “Si sales a las calles en Venezuela, hay mucha gente que necesita ayuda y yo me despierto cada día con un techo sobre mi cabeza, tengo a mi familia y comida sobre la mesa. Eso es lo que me tiene siempre optimista.

“Este partido fue muy especial con mi familia en el público. Estoy aquí por ellos, les debo todo y creo que nada será suficiente para agradecerles. Jamás olvidaré lo que pude hacer esta noche”.

Contreras ha estado luchando para mantenerse a flote durante algunas adversidades que han llegado en su primer año con los Cardenales. Con la tarea de llenar el vacío que dejó el puertorriqueño Yadier Molina, quien ganó nueve Guantes de Oro y es un ícono de la franquicia, tuvo un lento inicio mientras San Luis empezó la campaña con foja de 10-24. Luego, por un breve tiempo, perdió su puesto detrás del plato cuando tuvo problemas para adaptarse al “Modo de los Cardenales” en cuanto a la preparación antes de los juegos se refería.

Con cada vuelacercas, Contreras dijo que inmediatamente pensó en los sacrificios que sus padres hicieron hace años para que él y su hermano William, catcher de los Cerveceros, pudieran perseguir sus sueños de ser peloteros. Después, se aseguró de indicar que los dos cuadrangulares estaban dedicados a las dos personas más importantes en su vida.

“Sé que hicieron todo lo posible para poner comida sobre nuestra mesa”, agregó Contreras, quien señaló que uno de los días más felices de su vida fue cuando les dijo a sus padres que podían dejar de trabajar. “Ahora que estoy aquí y mi hermano también está en las Grandes Ligas, simplemente es una bendición para nuestra familia”.