BOSTON -- Había la sensación de que el 2019 sería el año de revelación de Rafael Devers, pero nadie hubiese podido pronosticar que el dominicano iba a tener la clase de temporada que tuvo.

El cañonero zurdo, para ponerlo en términos simples, tuvo una de las mejores campañas en la historia para un jugador de 22 años.

Consideren lo siguiente: Devers se convirtió en apenas el 10mo jugador en batear .300 con 30 o más jonrones, 100 o más empujadas y 100 o más anotadas en una temporada antes de cumplir los 23 años. Ted Williams, Jimmie Fox, Alex Rodríguez y el dominicano Albert Pujols lo hicieron dos veces cada uno. Devers es el primero en hacerlo desde el venezolano Miguel Cabrera en el 2005.

La parte más emocionante es que Devers todavía está creciendo como jugador y los Medias Rojas probablemente no han visto todavía su mejor versión.

“Yo quiero mejorar en todo”, dijo Devers. “Sólo porque tuve una buena temporada este año no quiere decir que no hay cosas que no pueda mejorar, desde la defensiva hasta la ofensiva. Quiero mejor todo para el año que viene”.

¿Qué salió bien?

Bastantes cosas. Devers fue una máquina en el plato, ligando para promedio (.331), poder (32 jonrones) y todos esos dobles (54).

“En general, ofensivamente, yo siento que estoy orgulloso de todo lo que hice”, siguió Devers. “Le doy mucho crédito a Xander (Bogaerts), que me ha ayudado mucho con mi preparación y todas las otras cosas en las que me ayuda. Pero bateando tuve tremendo año y creo que en general fue una buena temporada de la que estoy bastante orgulloso”.

Fue a la defensiva donde Devers mejoró más. El año pasado, por momentos, era una carga para el equipo con el guante, haciendo errores frecuentes en jugadas de rutina. Tras un duro primer mes en el 2019, Devers dio un paso al frente el resto del año y brilló defendiendo el tercer saco. Los Carlos Febles y Ramón Vázquez pasaron mucho tiempo trabajando la defensiva con Devers.

“Lo más importante a la defensiva es la experiencia”, explicó Devers. “Yo sé que hubo algunos errores el año pasado que ni yo entendía cómo los estaba haciendo. Este año yo sé que mejoré. Hice mis errores, lo sé. Pero sigo aprendiendo a cómo mejorar”.

¿Qué salió mal?

Devers no es un bateador consistentemente disciplinado en el plato. El manager de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora, habla constantemente de la importancia de controlar la zona de strike. Cuando Devers no es capaz de hacer eso, queda expuesto.

Para que Devers pueda alcanzar el nivel de su compatriota Juan José Soto, el patrullero de los Nacionales, necesita hacerle swing a su pitcheo, no al que el lanzador quiere que haga swing. Devers se ponchó 119 veces con sólo 48 boletos en 702 viajes al plato en el 2019.

El mejor momento

Devers tuvo muchos momentos grandes en el 2019, pero es fácil indentificar el mejor de todos. El 13 de agosto se fue de 6-6 con cuatro dobles para liderar la victoria de los Patirrojos por 7-6 sobre los Indios en 10 innings. Fue una actuación histórica, pues Devers se convirtió en el primer pelotero en dar seis o más hits y cuatro o más dobles en el mismo juego.

Panorama para el 2020

Si J.D. Martínez se sale de su contrato y deja a los Medias Rojas, la importancia de Devers como productor de carrera crecerá. En Boston necesitan que Devers siga siendo una fortaleza en el medio del lineup, y no sólo en el 2020, sino por varias campañas más. Si puede dar ese próximo paso y mejorar su habilidad para controlar la zona de strike, el quisqueyano debería ir al Juego de Estrellas por primera vez.