Los Orioles han sido un tema popular de conversación en torno a la Fecha Límite de Cambios, ya que la decepcionante temporada de Baltimore ha llevado a muchos a preguntarse si —¿y cuándo? — Baltimore se convertirá en vendedor.
Si dentro de la industria se considera a los Orioles como un posible equipo vendedor, ¿por qué nadie habla de los Bravos de la misma manera?
Atlanta tenía un juego por encima de .500 a partir del 18 de mayo, pero para el 8 de junio, los Bravos tenían marca de 27-37. Han recuperado parte de ese terreno en las últimas semanas, pero los Bravos aún enfrentan una cuesta empinada si esperan extender su racha de postemporadas a ocho años consecutivos.
¿Podrían los Bravos decidir finalmente vender? Mi suposición es que no, y aquí hay cuatro motivos:
Han estado en esta situación antes
Hace tres años, los Bravos estaban a 7.0 juegos de los Mets con 50 partidos restantes en el calendario. Atlanta tuvo un cierre de 35-15 (.700) para quedarse con el título del Este de la Liga Nacional.
El año anterior, Atlanta nunca estuvo por encima de .500 en la primera mitad de la campaña, logrando superar esa marca por primera vez el 6 de agosto. Los Bravos cerraron con registro de 33-18 (.647) en sus últimos 51 encuentros, ganaron el Este por 6.5 juegos y luego arrasaron en octubre para conquistar la Serie Mundial del 2021.
Estas experiencias recientes sin duda estarán al frente de la mente del presidente de operaciones de béisbol de Atlanta, Alex Anthopoulos, mientras se acerca a la Fecha Límite de Cambios. Anthopoulos no sabe lo que es vender y sacrificar una temporada; desde el 2015, el equipo con el que ha estado ha llegado a la postemporada cada año, incluidos sus siete años en Atlanta — seis de ellos terminando con títulos del Este de la Liga Nacional. La idea de que venda piezas con la mente en el 2026 parece impensable.
El récord no dice toda la verdad
En sus primeros 80 partidos, los Bravos tenían un diferencial de carreras de +21. No es el mejor, pero está lejos de ser el peor entre los equipos de la Liga Nacional.
Los Filis estaban en +37, pero su récord era 10 juegos mejor que el de los Bravos, que tenían la particularidad de ser el único equipo de la Liga Nacional con diferencial positivo y récord perdedor. En otras palabras, no están tan lejos, especialmente ahora que el venezolano Ronald Acuña Jr. está saludable y jugando a nivel de JMV.
En ese momento, el récord esperado de victorias y derrotas de Atlanta era de 42-38, lo que los habría colocado a sólo 2.0 juegos de un lugar en el Comodín. Por supuesto, los récords esperados son divertidos de debatir, pero el registro real es el que cuenta. Aun así, el hecho de que los Bravos tuvieran un diferencial de carreras mayor que varios equipos considerados contendientes debería ser una señal alentadora para Anthopoulos.
¿A quiénes cambiarían?
Mientras los Orioles tienen más de media docena de jugadores en su último año de contrato y que despertarían interés alrededor de la liga, el roster de los Bravos está lleno de jugadores bajo control contractual del club hasta el final del 2026 o más allá de eso.
Austin Riley, Matt Olson, Michael Harris II, Spencer Strider y Sean Murphy están firmados (o con opciones) hasta al menos el 2029, mientras que Acuña está bajo control hasta el 2028. Spencer Schwellenbach, Drake Baldwin y AJ Smith-Shawver todavía están a por lo menos a dos años de llegar al arbitraje. El núcleo de los Bravos no se irá a ningún lado en bastante tiempo.
Los únicos jugadores notables que se convertirán en agentes libres al final de la temporada son el dominicano Marcell Ozuna, quien seguramente despertaría interés de los equipos que buscan poder, y el cubano Raisel Iglesias, quien está teniendo el peor año de su carrera. No es precisamente un gran botín si Anthopoulos decide rendirse en el 2025.
Entre los veteranos bajo control, el único que los Bravos podrían concebir cambiar sería Murphy, ya que el novato Baldwin rápidamente se está estableciendo como el receptor del futuro del equipo. Pero un cambio de Murphy suena más como una posibilidad de temporada baja, especialmente si Atlanta está cerca de un lugar de playoffs.
¿A quién persiguen?
La clasificación de la Liga Nacional está encabezada por pesos pesados, con equipos como los Dodgers, Mets, Filis y Cachorros que se espera sean agresivos en la Fecha Límite para posicionarse bien para la postemporada.
Después de esos cuatro equipos, ¿hay otros en la Liga Nacional que uno consideraría casi seguros para jugar en octubre?
Los Cerveceros, Cardenales y Rojos están teniendo buenas temporadas, pero está por verse si alguno de ellos hará grandes movimientos para reforzar sus rosters. Lo mismo para los Padres, Gigantes y Diamondbacks, que podrían terminar luchando por un Comodín con los Dodgers perfilados para ganar nuevamente la corona del Oeste de la Liga Nacional.
¿A alguien le sorprendería si los Bravos tuvieran un fuerte cierre de campaña y superaran a la mayoría de esos equipos para asegurar un lugar en el Comodín?