Ozuna intentará recuperar su valor con los Bravos

8 de febrero de 2020

ATLANTA – Aunque Will Smith, Cole Hamels y el resto de los refuerzos que llegaron la temporada muerta dejarán su huella en la temporada de los Bravos en su intento por ganar por tercer año corrido la División Este de la Liga Nacional, buena parte del enfoque durante los entrenamientos primaverales estará sobre el dominicano Marcell Ozuna, el veterano jardinero que intentará recuperar su valor y, al mismo tiempo, compensar la pérdida de Josh Donaldson.

Los Bravos fortalecieron el bullpen firmando a Smith y extendiendo sus relaciones con Chris Martin y Darren O’Day. Le dieron potencial estabilidad al medio de la rotación contratando a Hamels. Y todavía tienen a muchas de las piezas claves de una potente ofensiva que será aún más peligrosa si Ozuna se mantiene saludable y logra ser más productivo que en los dos últimos años en San Luis.

Pensando en todo eso, aquí les dejamos tres maneras en las que Ozuna podría hacerse sentir este año en Atlanta.

Promesa de poder

Ozuna, Mike Trout, Bryce Harper, Mookie Betts y Charlie Blackmon son los únicos patrulleros que han bateado 23 o más jonrones en cada una de las últimas cuatro temporadas. La más reciente contratación de los Bravos logró su tope personal al dar 37 vuelacercas por los Marlins en el 2017. Pero los bambinazos bajaron a 23 en el 2018 y 29 el año pasado con los Cardenales.

Una dolencia en el hombro derecho ha afectado el swing de Ozuna los últimos dos años, al igual que la fuerza de su brazo cuando está a la defensiva, luego de una cirugía antes de iniciar la temporada 2019. Bateó un par de jonrones ante Dallas Keuchel en el Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Bravos, pero más allá de eso no hubo mayores señales de que recuperó el poder a medida que avanzaba la temporada. Bateó 10 de sus 29 jonrones antes de finales de abril y dejó un slugging de .436 durante los últimos cinco meses de la campaña.

Para poner eso en perspectiva, hubo 109 peloteros de Grandes Ligas que hicieron al menos 400 viajes al plato después de abril que tuvieron un slugging mejor que el de Ozuna en ese lapso.

Una mirada a los datos que ofrece Statcast sugiere que Ozuna tuvo algo de mala suerte en el 2019, año en el que dejó el peor promedio (.241) y el peor slugging (.472) de su carrera. Su promedio esperado de bateo, una medición basada en la calidad de las conexiones, fue de .288, y su slugging esperado de .548. Eso se debe a que tuvo una mejor velocidad de salida promedio con sus batazos (91.8 mph) y tasa de batazos duros (49.2%) que los que tuvo durante su gran 2017 (90.7 mph y 45.2 %).

Aunque esas estadísticas podrían fortalecer cualquier argumento optimista, los Bravos simplemente están preocupados por compensar la pérdida de Donaldson, quien tuvo .900 de OPS y sacó 37 jonrones la temporada pasada a pesar de un arranque lento en los primeros dos meses.

Preocupación por su defensiva

Durante las últimas dos semanas un par de scouts nos han dicho esencialmente esto: “No creo que entiendas lo malo que es Ozuna defensivamente”.

Bueno, Ozuna ciertamente no sería el primer ganador del Guante de Oro en ser descrito de esta manera. Y ciertamente ha habido un retroceso desde el 2017, cuando el jardinero izquierdo recibió el honor defensivo.

Ozuna sumó 3 Outs Sobre el Promedio (OAA, por sus siglas en inglés) en el 2017, menos -1 en el 2018 y menos -8 en el 2019. De los 66 outfielders que tuvieron al menos 200 oportunidades defensivas el año pasado, sólo siete tuvieron un OAA peor.

De cualquier manera, mientras digieren esta información, es importante recordar lo que un mejorado posicionamiento defensivo, combinado con la presencia del venezolano Ender Inciarte en el jardín central, hizo para Nick Markakis y sus métricas cuando ganó el Guante de Oro en el 2018.

Incluso si se asume que Ozuna probablemente no va a ganar otro Guante de Oro, la combinación de su bate y guante debería darle a los Bravos más valor de lo que hubiesen recibido si le daban la mayor parte del tiempo de juego a Markakis, de 36 años, a la vez que lo alternaban en el jardín izquierdo con Adam Duvall.

El efecto Camargo/Riley

En vez de enfocarnos en si Ozuna podrá compensar la pérdida de Donaldson, sería más efectivo analizar si la combinación de Ozuna y el tercer base (el panameño Johan Camargo o Austin Riley) pueden superar, o al menos acercarse, a lo que los Bravos hubiesen recibido con Donaldson en tercera y Markakis/Duvall en el jardín izquierdo.

Camargo probablemente va a comenzar la temporada como antesalista regular. Tendrá la oportunidad de repetir lo que hizo en el 2018, cuando bateó 17 jonrones con un OPS de .811 después de convertirse en el tercera base del club a finales de mayo. No es Donaldson con el guante, pero los 3 OAA que recibió aquel año lo ubicaron noveno entre todos los tercera base con al menos 150 intentos.

Si Riley puede producir como lo hizo en las primeras seis semanas de su carrera, los Bravos eventualmente podrían darle la posición, sabiendo que su poder compensaría los problemas defensivos. Eso fortalecería a la misma vez a una banca que tendría a Camargo, Markakis y Duvall.

Ozuna solo no va a compensar la pérdida de Donaldson. Pero tiene el potencial para ser un pelotero de impacto, y su llegada podría de hecho hacer de los Bravos un equipo más profundo y poderoso de lo que hubiesen sido de haber retenido a Donaldson.