En lugar de intentar adivinar quién podría ser la adquisición más significativa del gerente general Alex Anthopoulos cada temporada baja, tal vez sería más prudente tratar de adivinar quién será su gran sorpresa esta vez.

Con Aaron Nola de vuelta con los Filis y Sonny Gray ahora en los Cardenales, la probabilidad de que Anthopoulos se “invente” otra sorpresa ha aumentado.

Esta es una tradición que comenzó aproximadamente un mes después de que Anthopoulos se unió a Atlanta para dirigir el departamento de operaciones de béisbol en noviembre de 2017, sorprendiendo a muchos cuando encontró un pretendiente para un Matt Kemp en declive. El cambio con los Dodgers creó un alivio en la nómina a largo plazo y además obtuvo a Charlie Culberson y Brandon McCarthy, quienes contribuyeron al inesperado título de la División Este de la Liga Nacional en el 2018.

El panameño Johan Camargo proporcionó una producción sólida después de que se le dio el trabajo como tercera base a seis semanas de comenzada la temporada 2018. Por lo tanto, Anthopoulos ciertamente creó otra sorpresa cuando firmó al JMV de la Liga Americana del 2015, Josh Donaldson, a un acuerdo de un año y US$23 millones para servir como antesalista de los Bravos en el 2019. La única temporada de Donaldson en Atlanta le valió un contrato de cuatro años y US$92 millones con los Mellizos.

Anthopoulos y Donaldson formaron una conexión en los Azulejos del 2015. Había una sensación de que esto podría conducir a un acuerdo a largo plazo en Atlanta. Pero la mejor jugada de Anthopoulos de cara a la temporada 2020 fue evitar volver a firmar a Donaldson. Después de perderse la mitad de esa campaña de 60 juegos, Donaldson ha producido un OPS de .740 y ha promediado apenas 106 juegos por año en las últimas tres campañas.

Sin Donaldson, Anthopoulos contrató al dominicano Marcell Ozuna, primero por un año y US$18 millones en enero del 2020, y luego por cuatro años y US$64 millones en febrero de 2021. Ozuna ha tenido su cuota de problemas en las últimas cuatro temporadas, pero su repunte este verano pasado ha restaurado su valor a medida que se acerca a la última temporada garantizada de su contrato.

En diferentes momentos durante los últimos dos años, los Bravos intentaron cambiar a Ozuna por jugadores de la talla de Patrick Corbin o Madison Bumgarner, un par de lanzadores zurdos que no estaban pasando por un buen momento. Ahora, en lugar de mover malos contratos, en realidad podrían cambiar a Ozuna para ayudar a conseguir algo a cambio.

O podrían volver a ponerlo en medio de su gran alineación, esa que él mismo impulsó el verano del 2023.

Si no es a través de un canje, ¿cómo van a satisfacer los Bravos su deseo de añadir calidad a su rotación? Gray, de 34 años, parecía una opción viable porque estaría dispuesto a aceptar un contrato de tres o cuatro años.  A diferencia de algunos de sus colegas, Anthopoulos ha sido lo suficientemente sabio como para reconocer que dar contratos de seis o siete años a lanzadores veteranos no es un buen negocio. Esta es la razón por la que Blake Snell, de 31 años, el actual ganador del premio Cy Young de la L.N., y Jordan Montgomery, de 30 años, no parecen encajar.

Dicho esto, un contrato de seis o siete años por alguien como Yoshinobu Yamamoto, de 25 años, parece una apuesta razonable.

¿Sorprenderá Anthopoulos con la firma de un agente libre o con otra gran operación como la que llevó a Sean Murphy a Atlanta el invierno pasado? Ese cambio de tres equipos con los Atléticos y los Cerveceros surgió de la nada. Justo antes de las Reuniones Invernales, un cazatalentos me dijo que los Bravos estaban tratando de cambiar al venezolano William Contreras. Esto me llevó a escribir sobre la posibilidad de un cambio, pero no veía necesariamente a Murphy llegando a Atlanta en un posible acuerdo por Contreras, quien acaba de ir al Juego de Estrellas.

¿Cuál será la sorpresa de este año? Mover a Ozuna cuando está a punto de cumplir el último año de su contrato parece más atractivo que traspasar a otro miembro de la alineación. Para obtener valor, debes entregar valor. El de Ozzie Albies se extiende más allá de su gran producción en el terreno y Michael Harris II tiene el potencial de convertirse en un candidato al JMV.

Parece poco realista pensar que los Bravos podrían abordar adecuadamente sus necesidades de rotación actuales y a largo plazo cambiando a Max Fried, quien está entrando en el último año de su contrato.

Teniendo en cuenta lo que Anthopoulos ha hecho en los últimos recesos entre campañas, probablemente no sea prudente suponer nada más que la probabilidad de que tenga algo bajo la manga.