CIUDAD DE MÉXICO -- Como jugador en su juventud, Joe Espada fue infielder, mayormente en el campo corto. Ahora, después de tantos años como coach a nivel de Grandes Ligas, se encuentra en su primera campaña como dirigente con los Astros.

En su función de capataz de Houston, el puertorriqueño Espada ha traído a los Astros al Distrito Federal para la Mexico City Series contra los Rockies. Una pregunta obligada para el manager fue a cuál jugador mexicano siguió más en su infancia. La respuesta fue clara: Fernando Valenzuela.

“Me encantaba mirarlo cuando lanzaba”, dijo Espada. “Su habilidad de lanzar, lo competidor que era”.

Claro, espada nació en 1975, así que era un poco joven para observar, aunque fuera de lejos, la “Fernandomanía” de 1981, cuando Valenzuela se adueñó del mundo del béisbol como novato. En las primeras semanas de aquella temporada, Valenzuela tuvo marca de 8-0 con cinco blanqueadas y efectividad de 0.50 por los Dodgers, además de una postemporada en que también brilló, ganando el Juego 3 de la Serie Mundial y cambiando el rumbo de aquel Clásico de Otoño a favor de Los Ángeles contra los Yankees.

Sin embargo, Espada sí tuvo edad para ver algunas de las mejores temporadas posteriores del “Toro”, incluyendo su campaña de 21 victorias en 1986 y su juego sin hit ni carrera en 1990.

Entonces, cuando el timonel supo que iba a traer a sus Astros a la Ciudad de México este año, algo le llegó a la mente.

“De verdad, fue uno de los peloteros en que más rápido pensé cuando vimos este viaje a México”, confirmó Espada.

Valenzuela es, por supuesto, el ligamayorista más célebre en la historia de México. Es el lanzador nacido en México con más victorias en Grandes Ligas con 173 y de mayor WAR (41.45, versión Baseball-Reference). El sonorense fue convocado a seis Juegos de Estrellas y en aquella temporada de 1981, fue Novato del Año y ganador del Premio Cy Young de la Liga Nacional, entre muchos otros logros en su carrera de 17 campañas en las Mayores.