Keibert Ruiz tiene los bonos bien altos en los Dodgers como receptor del futuro

11 de enero de 2019

MIAMI - Keibert Ruiz ha subido de manera brillante por el sistema de los Dodgers desde que firmó por US$140,000 en julio del 2014, justo en su cumpleaños número 16.
Calificado como el prospecto número 2 de Los Ángeles y el tercer mejor receptor entre todas las promesas del béisbol por MLB Pipeline, el venezolano no ha decepcionado como bateador ambidextro ni defensor detrás del plato en sus cuatro temporadas como profesional en el sistema de los azules.
Con tan sólo 20 años, Ruiz se proyecta como el receptor del futuro de los Dodgers, que cuentan con como su cátcher número 1 ahora mismo. Aunque probablemente a Ruiz le falte por lo menos un año más en liga menor (Triple-A es lo más factible), el valenciano va por buen camino.
El 2018 no fue la excepción en ese sentido.
"Yo creo que fue un año de muchas bendiciones, gracias a Dios", dijo Ruiz, quien participó esta semana en el Rookie Career Development Program para prospectos a punto de dar de qué hablar a nivel de Grandes Ligas. "Muchos altos y bajas, pero gracias a Dios pudimos salir adelante, a pesar de todo".
Después de batear bien por encima de .300 en sus primeras tres temporadas de liga menor, Ruiz bajó a .268 al subir a Doble-A en el 2018, con porcentaje de embasarse de .328 y slugging de .401. Pero sí dio 12 jonrones, la mayor cantidad en su carrera, además de empujar 47 vueltas en 101 partidos.
"Fui para el Juego de las Futuras Estrellas, quedamos campeones en la (Liga de Texas, Doble-A) en Tulsa", recontó Ruiz acerca de lo hecho el año pasado. "Con el favor de Dios, que todo siga caminando como es (para) así tener un buen año en este 2019".
Agréguenle a lo antes mencionado una participación en la Liga Otoñal de Arizona entre octubre y noviembre, circuito en el que Ruiz registró .286 de promedio ante algunos de los lanzadores más cotizados de liga menor.
Ahora, de cara a la venidera temporada, Ruiz pretende seguir con su ascenso hacia Chávez Ravine.
"Poner en práctica lo que aprendí en el 2018", dijo Ruiz acerca de sus aspiraciones para este año. "Competir diariamente, seguir mentalizado en mi trabajo todos los días y todos los juegos y así avanzar y llegar a la meta, que es lo que uno quiere".
PERSONAS DE APOYO, ENTRE FAMILIARES E INSTRUCTORES
En Venezuela, los padres de Ruiz-como ocurre con tanta frecuencia en nuestros países-se sacrificaron para darle la oportunidad a Keibert de practicar el béisbol.
"Mi papá es mi héroe", expresó Ruiz. "Él siempre estuvo desde los cuatro años apoyándome y todavía me está apoyando toda mi familia. Viajábamos, no teníamos carro, no teníamos nada. Andábamos en camionetica pasajero para todos los juegos. Teníamos que viajar seis horas, cinco horas o lo que sea, pero siempre estuvieron ahí.
"Eso me llena de mucho orgullo. Gracias a ellos, estoy ahorita donde estoy y a seguir tirando para adelante".
Y en los Estados Unidos, el coordinador de receptores de la organización de los Dodgers, Travis Barbary, ha sido de apoyo enorme. El coach no sólo ha orientado a Ruiz como cátcher, sino también lo ha ayudado a climatizarse a la vida en los Estados Unidos, invitándolo a vivir junto a él y su familia en Carolina del Sur cada uno de los últimos dos años durante el mes de enero.
"Ha sido demasiado, ya que me ha ayudado con mi inglés", dijo Ruiz sobre lo hecho por Barbary. "Ninguno habla español (en la casa del instructor); entonces, yo tengo que hablar inglés, tengo que escuchar y eso, y así aprenderlo".