Al venezolano Odúbel Herrera le gusta hacerle swing a lo que sea. Y puede que no haya mejor representación visual de la disciplina del jardinero de los Filis en el home -- o de la falta de la misma, más bien – que lo sucedido el domingo durante su turno contra Yency Almonte en lo que eventualmente fue un triunfo 5-4 de Los Ángeles.

Ante una slider de Almonte en conteo de 2-1, Herrera hizo swing con todas sus fuerzas, pero no pudo hacer contacto con la pelota. ¿Por qué? Porque la esférica terminó pasando entre sus piernas.

Hay que apuntar que la tasa de Herrera a swings a pitcheos fuera de la zona de strike antes de comenzar el juego del domingo era de 48.7%, la cuarta más alta en MLB entre aquellos bateadores con al menos 50 visitas al plato esta campaña. Pero al menos este swing fallido no terminó siendo uno doloroso, como lo que le pasó al dominicano Francisco Mejía, receptor de los Rays, a principios de semana cuando le tiró a una curva que le pegó en la cadera.