Abreu, piedra angular como siempre en White Sox

9 de julio de 2019

CLEVELAND -- Desde que llegó a los White Sox en el 2014 dando sus batazos con una consistencia poco vista, el primera base cubano José Abreu ha sido una constante en una alineación cambiante en el Sur de Chicago.

Los White Sox, en las etapas finales de su reconstrucción, están empezando a jugar mucho mejor con la llegada de figuras como el cubano Yoan Moncada, el dominicano Eloy Jiménez, Lucas Giolito y Dylan Cease, entre varios otros. Y por supuesto, viene en camino el jardinero Luis Robert, quien debutará esta semana a nivel de Triple-A.

El veterano Abreu, convocado a su tercer Juego de Estrellas en seis temporadas de Grandes Ligas, está bien contento de ver la transformación del equipo bajo la tutela del manager Rick Rentería.

“Creo que lo que se está viviendo ahora mismo es el fruto del trabajo que estamos haciendo”, dijo Abreu, quien llegó a la pausa del Juego de Estrellas con línea de bateo de .278/.316/.522, 21 jonrones y 66 empujadas. “El conjunto lleva dos años buscando la manera de trabajar fuerte para luchar por una postemporada. Creo que ahorita mismo los muchachos, con toda la juventud que tenemos, están empujando bien fuerte hacia arriba.

“Tenemos que seguir. No nos vamos a cansar. La segunda mitad va a ser más interesante”.

Con récord de 42-44 ahora mismo, los Patipálidos tienen posibilidades de terminar con marca positiva por primera vez desde el 2012, y por primera ocasión con Abreu en sus filas. Abreu, cuyo contrato con los White Sox vencerá tras la presente campaña, ha expresado en múltiples oportunidades que su deseo es seguir en el Sur de Chicago para ser parte de la continuación de la mejoría del equipo.

Pero, nadie sabe qué pasará más allá del 2019.

“El año que viene no sabemos dónde vamos a estar, pero si no me firman, yo mismo me voy a firmar”, dijo Abreu con una gran sonrisa.

En sus seis temporadas con los Medias Blancas, Abreu no ha parado de producir. Es el único jugador en la historia de la franquicia con 20 cuadrangulares o más en sus primeras seis campañas. Y, entre otras hazañas, es uno de apenas cinco jugadores en la historia con 100 impulsadas o más en sus primeros cuatro años en las Mayores, uniéndose a figuras como el dominicano Albert Pujols, Ted Williams, Al Simmons y Joe DiMaggio.

“Los números míos ahora mismo siguen siendo interesantes”, dijo Abreu sobre sus logros individuales. “Eso es el fruto del trabajo día a día. Hay que seguir trabajando y seguir empujando. Creo que tenemos que dar las gracias a Dios por la familia que tengo, por todos los compañeros que tengo y la institución de los White Sox que me está dando la oportunidad de cumplir mi sueño de jugar en Grandes Ligas”.

A través de los años, el impacto que ha causado Abreu se ha sentido más allá del terreno. El cubano se ha convertido en todo un líder de los White Sox.

“Ha sido como un padre para mí”, dijo Jiménez. “Me da consejos y siempre me trata de ayudar”. 

Agregó el receptor James McCann: “Es una bendición poder jugar con él y ver cómo hace las cosas. No es una superestrella típica, haciendo mucho ruido. Es alguien que hace lo suyo de manera callada. Trabaja extremadamente duro. Es fácil hablar de lo que hace en el terreno, pero lo que hace tras bastidores, lo que no ve el fanático común y corriente, es bastante impresionante”.